jueves, 3 de mayo de 2007

Los pueblos vecinos a los embalses preocupados por el exceso de agua


Los cuatro embalses leoneses se encuentran en este momento al límite de su capacidad. Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), quien gestiona el funcionamiento de las presas, mantiene bajo control los niveles que alcanza el agua y basándose en los datos obtenidos, deciden diariamente qué cantidad del agua que reciben se almacena y cuál se desembalsa.

El pantano de Riaño –el más grande de toda la Comunidad– se encuentra en estos momentos rozando el máximo de su capacidad, concretamente al 96,5 %. Sin embargo, este dato no despierta mayor interés y tampoco preocupación entre los habitantes de los pueblos que se ubican en el área de influencia de la presa.

Así lo confirmó ayer el alcalde de Cistierna, Nicanor Sen, argumentando que confía plenamente en los controles exhaustivos que se realizan y en los medios que tiene a su disposición la CHD para garantizar la seguridad, como corresponde a una infraestructura de esta envergadura.

También recordó que «no es la primera vez que el pantano se encuentra en unos porcentajes similares ya que en alguna ocasión incluso se han superado. Por eso, la gran cantidad de agua embalsada no preocupa a la población, que sabe que se suelta agua cuando es necesario y que la presa está vigilada permanentemente».

De la misma opinión se mostró ayer el regidor de Crémenes, Donato Alonso, quien explicó que «no supone mayor problema para los pueblos aguas abajo del pantano, porque confiamos en los controles diarios que se hacen y la presa está siempre vigilada, día y noche». Además, también recordó que «hace varios años aún embalsó el pantano más agua que la que tiene ahora».

Jesús Darío Suárez, alcalde de Los Barrios de Luna, aseguró que la localidad confía plenamente en la buena gestión que desde Confederación Hidrográfica del Duero se está realizando en el embalse de Luna. El regidor aseguraba que los vecinos son conscientes de que «los técnicos revisan diariamente cuál es el estado de la presa y deciden si se embalsa o si por el contrario se desembalsa, en caso de que haya un exceso de agua».

Suárez afirmó que el pueblo «está completamente tranquilo, nosotros mismos podemos ver cómo van las cosas y dudamos que vaya a haber ningún problema». Además, los vecinos consideran que es normal que el embalse almacene una gran cantidad de agua ya que ésta es su finalidad.

Los pueblos próximos a las presas mantienen opiniones distintas sobre este asunto y la alcaldesa de Boñar, Virginia Blasco, afirmó que «CHD nunca comunica nada y sería bueno que aún siendo dos administraciones distintas, estuviéramos mejor comunicados».

Blasco añadió que «ni siquiera nos avisan de cuando alivian el agua del embalse y sería importante que el Ayuntamiento tuviera una buena información, no sólo para los vecinos sino también para los pescadores», que nunca saben cuál va a ser el nivel del río y eso es algo que les afecta directamente.

María Isabel Fresno, alcaldesa de Vegaquemada, una localidad que al igual que Boñar, se encuentra en el área de influencia del pantano de Porma, aseguró ayer que «el Ayuntamiento no recibe ningún aviso, aunque imagino que CHD sí mantendrá informados a los sindicatos de riego de la zona».

Además afirmó que siempre que se han interesado en saber cómo estaban las cosas en el pantano le respondían que «todo está controlado». Fresno consideró que «sería interesante que todos tuviésemos información directa del estado de los embalses». En este sentido, tanto María Isabel Fresno como Virginia Blasco afirmaron que tratarán de ponerse en contacto con CHD para que les facilite información periódica.

Fuente: La Crónica de León

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