Cuatro meses y medio después del inicio oficial de la temporada 2007/2008, San Isidro vivió ayer su mejor jornada gracias a la nieve que cayó al final de la Semana Santa y las jornadas siguientes. Como si de un sábado de enero o febrero se tratara, el enclave invernal llegó prácticamente a colapsarse con los cerca de 5.200 usuarios que decidieron disfrutar de un día resplandeciente con sol, viento suave y abundantes espesores de nieve (entre los 40 y 110 centímetros), por vez primera en esta campaña.
«A estas alturas del año y después de Semana Santa no es normal que tengamos tanta afluencia de esquiadores, porque en estas fechas la mayoría ya no suben más», aseguró José Ramón Alonso, jefe de Explotación. Las largas colas en los dos telesillas de Cebolledo, que dan acceso al resto de los sectores del área alta de la estación, llegaron a soportar en hora punta más de treinta minutos de espera.
La avalancha de usuarios también hizo que los aparcamientos se llenaran desde primera hora, hasta tal punto que hubo de ser cortado el acceso a Cebolledo hacia las 10.30 horas. Las largas esperas fueron igualmente una constante para conseguir el forfait o para tomar algo en las cafeterías.
«Nunca tuvimos tantas colas como las de hoy», señalaba a mediodía José Ángel, el conductor de la silla cuatriplaza de Cebolledo. Los esquiadores pudieron disfrutar ayer de la mayor superficie esquiable de la temporada, con 18,3 kilómetros de los 24 totales que dispone la estación. Además, lograron ponerse en servicio el 95% de los remontes. Una situación inusual para estas alturas de la campaña, sobre todo, teniendo en cuenta el déficit de nieve vivido durante los últimos meses y que la media de superficie esquiable en este periodo se situó en los 2,7 kilómetros, sin llegar a superar hasta esta semana los cuatro.
El director de San Isidro, Carlos Javier Rodríguez, explicó que únicamente restan por abrir los telesquís de Salencias, «porque el viento de estos días barrió la nieve» y pistas negras de Requejines y Cebolledo por motivos de seguridad ante la previsión de posibles aludes.
Se mostró convencido de que la estación con las nevadas de esta semana pondrá mantenerse abierta hasta el final de la campaña, al menos en lo que se refiere a los sectores de Requejines y Cebolledo que «soportan mejor la subida de temperaturas». En principio, el cierre está fijado oficialmente en el calendario para el 1 de mayo, pero con posibilidad de prórroga durante ese puente si las condiciones de nieve lo permiten.
Igualmente, Rodríguez comentó que si siguen existiendo condiciones de temperatura continuarán poniendo en marcha los cañones. «La nieve artificial tiene menos densidad y acumula menos oxígeno, además mezclada con la natural convierte al manto en más resistente, con lo que al menos en la zona donde tenemos cañones el esquí está garantizado hasta el final de la campaña».
Meses difíciles
Con los 5.200 esquiadores contabilizados ayer, la estación logró sobrepasar la barrera de los 100.000 usuarios esta temporada. Concretamente, suma, sin incluir los de hoy, un total de 102.083, prácticamente la mitad que la temporada pasada por estas mismas fechas por el déficit de nieve que no permitió abrir la estación hasta el 20 de diciembre y la ha mantenido con una media de 2,7 kilómetros de superficie esquiable durante todo este periodo, por lo que la afluencia de usuarios ha mermado de forma significativa ante la falta de oferta.
Hasta la jornada de ayer, el sábado día 19 de enero había sido la jornada con mayor afluencia, contabilizando 3.053 esquiadores. Aunque la presencia de usuarios durante el mes de abril sea alta, la campaña cerrará con la cifra de esquiadores más baja en lo que va de década por la ausencia persistente de nieve. Algunos, incluso, esquiaron ayer por vez primera esta campaña, estrenando su bono anual. «Hoy es el mejor día de todos, no me importan las colas y que tenga que esperar», reconocía Gustavo, un joven de La Coruña que decidió venir a San Isidro.
Diario de León
