domingo, 29 de abril de 2007

Mil edificios y veinte mil piezas de arte en las Iglesias de Leon


«Aquí está todo lo que nos queda, pueblo a pueblo, iglesia por iglesia... con su descripción, su estado actual de conservación, la época a la que pertenecen, su procedencia, las vicisitudes que han pasado... Son casi veinte mil piezas de arte contrastado, con valor documentado, en más de mil edificios religiosos».

Lo dice el delegado de Patrimonio de la Diócesis de León, Máximo Gómez Rascón, y lo hace en medio de cientos de carpetas rojas, cada una con el nombre de un pueblo. Ahí están todos los pueblos de la Diócesis de León. Ahí están todas las piezas. Ahí están todas las descripciones. Ahí está el exhaustivo inventario de bienes religiosos de una de las diócesis más ricas en él. «Aunque no la más rica, como se ha dicho a veces, Burgos, por ejemplo, debe de tener el doble, 40.000».

Ahí están cuarenta años de trabajo. «En 2004 se aprobó de manera oficial, por ley, hacer este inventario. Lo hemos podido cerrar tan rápido y tan completo porque es algo que veníamos haciendo desde hace cuarenta años; en mi caso, desde que era estudiante pues el patrimonio es mi pasión y ha coincido con una evidente preocupación de la diócesis y, en los últimos años, una perfecta sintonía con la Junta de Castilla y León».

Pero no ha sido un camino de rosas desde que la Constitución de 1978 decía en su artículo 46 que «los poderes públicos promoverán la conservación del patrimonio...». Después hubo convenios Estado/Santa Sede, también de los obispados con las universidades u otros que fueron fracasando uno tras otro.

Uno con Caja Duero para toda Castilla y León propició dotó a la provincia de León de 4.000 completas y documentadas fichas que después fueron utilizadas en el actual inventario y hace muy poco, en 2004, llegó el momento del inventario más completo, en el que 'sólo' se han recogido las piezas de valor histórico y artístico. No se han incluido los tejidos ni muchos objetos con valor etnográfico pero sin valor artístico, como carracas, espabiladeras, etc.

Ahora se sabe todo lo que queda, el patrimonio religioso de la diócesis de León, no de la provincia. Habría que añadir lo que se quedó en el camino: lo robado, lo expoliado, lo vendido, lo perdido, lo hundido... «es lo que ha sobrevivido a todo tipo de avatares, de la Guerra de Independencia a la Guerra Civil, las desamortizaciones, la falta de aprecio por el arte, la penuria de algunos pueblos. Hay que entender, no se si justificar, a un cura de los años 60, en un pueblo pobre, sin un duro para la iglesia y ve cómo se hunde la iglesia. Pues vendió el retablo y puso el tejado. Es muy difícil juzgarlo hoy, con nuestra mentalidad y nuestros medios».

— ¿Cuánto se ha perdido?

— De lo que imaginas, el doble.

Ahora se podrá controlar mejor. En las fichas está todo, hasta el punto que en el último robo 'conocido', el de Castrofuerte, si vas a la carpeta puedes comprobar que ha sido más importante de lo que se había dicho pues también faltan otros cuatro lienzos que estaban perfectamente catalogados y así le ha hecho saber el Obispado a la Policía y la Guardia Civil.

El problema es saber dónde han ido a parar pues la experiencia dice que sólo se recupera el 10%.

Fuente: La Crónica de León

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