La primavera se lo pone dificil a los alergicos

Si la primavera del año pasado fue complicada para los alérgicos, el 'ataque' de las gramíneas será este año aún peor. Así lo auguran los expertos en alergología, que anuncian un mes de mayo duro para las personas con sensibilidad al polen. En la provincia, cerca de 60.000 leoneses padecen esta patología que, según la gravedad del caso, puede derivar en asma o saldarse con un simple tratamiento con antihistamínicos.

El doctor Juan Luis Estrada, responsable de la sección de Alergología del Hospital de León, reconoce que las condiciones climatológicas de este año han sido 'caldo de cultivo' para que el proceso de polinización sea fuerte. «Si las lluvias abundantes que hemos tenido se suman ahora a días de sol y calor en mayo, como ocurrió en abril, los procesos alérgicos serán importantes». De hecho, quienes mejor se anticipan a estos procesos tan típicos de la primavera son los agricultores: un año de buena cosecha de cereal coincide con un año de fuerte polinización, con lluvia abundante y calor después.

Estrada reconoce que de los cerca de 60.000 alérgicos que hay en la provincia no todos desarrollan síntomas preocupantes. «En muchos casos se resuelve con un tratamiento de antihistamínicos en cinco días».

El problema reside en aquellos que desarrollan patologías adicionales. Según este médico, el 40% de los pacientes que acuden a una consulta de alergología padece asma como consecuencia de su alergia. «Es lo que más complicaciones puede ocasionar. El asma hay que tratarlo. La rinitis también es importante, sobre todo en los casos en que deriva en sinusitis, pero realmente suele ser más una cuestión de confort, no como en el caso del asma, que puede cronificarse».

En la provincia, la peor época para estos pacientes se inicia en mayo y se extiende hasta junio. «A veces dura incluso menos. Una primavera 'tipo' para los alérgicos arranca a mediados de mayo y termina la última semana de junio. No obstante, se recomienda a los pacientes que sigan su tratamiento durante los dos meses completos».

El origen de tantos males está en la polinización de las gramíneas de los prados. «El cereal también tiene pólenes, pero son pesados y no van lejos del campo de cultivo. En el caso de las gramíneas, pesan poco y el viento las dispersa».

El polen del plantago también da problemas en la provincia. «Es una maleza que se encuentra en los prados y en las zonas de vegetación abundante», recuerda Estrada. Su periodo de polinización prácticamente se solapa con el de las gramíneas y ocasiona los mismos síntomas.

El doctor Estrada insiste en que no hay tratamiento que valga mientras el paciente permanezca expuesto a la fuente que provoca su alergia. «Si se tiene una mediana exposición al polen en primavera, los tratamientos irán regular. Es el caso de aquellos pacientes que están sensibilizados pero que después deciden pasear por el campo en plena polinización o montar en bicicleta en esas fechas».

La solución, dice, pasa por dos tratamientos «que son complementarios»: los antihistamínicos y las vacunas, dependiendo de la situación de cada paciente.

El doctor Estrada reconoce que la primavera pasada fue relativamente mala para los alérgicos y que este año «puede ser peor».

Fuente: La Crónica de León