domingo, 29 de abril de 2007

Las posibilidades del embalse del Porma


El esquí alpino, nórdico, de travesía, el snow y las raquetas; la vela, el windsurf, la piragua, el fly-surf y el submarinismo; la escalada, el rappel y la tirolina; el senderismo y la acampada; o la visita a la fauna y flora local así como a más de 8.000 especies de animales naturalizados de todo el mundo son los principales recursos turísticos del entorno del embalse del Porma.

La Diputación, en un proyecto de junio de 2006, señala que la estación invernal de San Isidro, el lago artificial, la Escuela de Escalada de Valdehuesa y el Museo de la Fauna Salvaje se complementan en una atractiva oferta de ocio que revitalizaría económicamente la zona.

La institución provincial destaca también la acuciante despoblación de los pueblos del entorno del embalse en los últimos 50 años, pasando de 18.000 habitantes a menos de 9.000 en la actualidad. La explotación de sus recursos naturales, mediante el esquí, las náuticas, la escalada o el senderismo, sería la fórmula para recuperar moradores. La incorporación de otras actividades lúdicas al esquí permitiría la fijación de puestos de trabajo durante todo el año, tanto en las prácticas aludidas como en la hostelería. Además, esta última se vería beneficiada porque los deportes náuticos se pueden disfrutar durante todo el año.
Generar riqueza

Una necesidad. Los municipios anejos al embalse han vivido del agropecuario, la minería, el comercio y el turismo. Los dos primeros sectores están en franca decadencia. En cuanto al comercio, difícilmente se mantiene en la zona desde que el desarrollo de las comunicaciones ha propiciado la concentración comercial en la capital. Para compensar esta pérdida del sector terciario se ha potenciado el desarrollo del turismo pero sólo de carácter estacional. Así, en primavera se practica la pesca. En verano, la caza menor.

La mayor, selectiva, sólo se cobra en ciertas fechas del año. En el lago artificial se desarrollan actividades náuticas y descensos de rafting en aquellos tramos del río más accidentados durante el estío. La escalada es protagonista en 'la pared de Valdehuesa'. Las excursiones por la montaña son asimismo frecuentes si bien en otoño el turismo disminuye y en invierno se concentra en San Isidro, con la práctica masiva de los deportes blancos.

Los municipios emplazados en las inmediaciones del embalse, carentes de una actividad industrial significativa, necesitan un impulso para su desarrollo. En este impulso el lago artificial formado por el embalse juega un papel imprescindible.

Protagonista. El lago artificial es uno de los principales activos de la zona para impulsar un desarrollo local sostenible en los municipios en los que se emplaza. Motivo por el que se elevan las primeras voces que exigen su explotación sostenible.

Ya en mayo del 99, un plan de iniciativa privada de ordenación ambiental, recreativa y turística del entorno del embalse en el municipio de Boñar, al que ha tenido acceso EL MUNDO / LA CRÓNICA DE LEÓN, desarrollaba propuestas hoy aún en vigor. Éste proponía el acondicionamiento de cinco bahías: la playa 'Cabo El Cueto', en la margen izquierda del lago; la playa 'Valdehuesa', en su margen derecha; la playa 'Armada', anexa a una base náutica; la playa 'Utrero', al lado de un área de alojamiento rural; y la playa 'Quintanilla', junto un camping.

El complejo de alojamiento rural al que alude se emplazaba en las edificaciones rehabilitadas -manteniendo la morfología y materiales propios de la arquitectura popular local- del antiguo pueblo deshabitado de Utrero.

Este plan proyectaba también la construcción de una base náutica: un gran centro de actividades deportivas y turísticas situado en una isla orientada al suroeste con la peña 'Armada', orientada a la parte central del embalse y cercana al estrecho de Armada donde se canaliza el viento. Este complejo náutico estaría dotado de una nave-almacén para reparación de embarcaciones, un inmueble administrativo, bar-restaurante, vestuarios, aseos, área de salvamento y botiquín, terraza-solarium, pistas deportivas y piscinas.

La comunicación entre los elementos dispuestos en torno al lago se realizaría mediante itinerarios de navegación con embarcaciones de uso colectivo. Para lo que el plan contemplaba la instalación de pantanales de atraque en las inmediaciones de los centros de interés y reseñaba la ejecución de cinco accesos náuticos ubicados en los centros de actividad de interés turístico.

El plan del 99, rubricado por el ingeniero Ulises López-Peláez Manoja, contemplaba también la adecuación de zonas de acampada junto al Campamento de Náutica de la Junta y en la ribera del embalse, entre Rucayo y Valdehuesa, dos áreas de descanso y en los altos estratégicos cinco miradores. Además, proponía la creación de un área biológica didáctica en la península 'Estaviello'. Con 123 hectáreas de extensión, es fácilmente aislable y podría ser visitada por pequeños grupos guiados. La visita a 'Estaviello' complementaría al Museo de la Fauna Salvaje, de gran afinidad con la fauna local.

Pero esta no ha sido la única iniciativa para revitalizar turísticamente la zona. Así, la institución provincial proyectó en junio de 2006 la construcción de un albergue juvenil en la zona de 'Lodares', junto al embalse, para su inclusión en la Red de instalaciones Juveniles de Castilla y León. Con este proyecto, que se retoma de nuevo en 2007, la Diputación favorece la integración de los jóvenes en el medio natural mediante la práctica de actividades de montaña, senderismo, travesías en raquetas, campamentos y actividades de orientación y de contacto con la flora y la fauna en los parajes naturales del Pinar de Lillo, Lago Ausente o el Hayedo de Tronisco.

La instalación destinada a albergue juvenil tiene forma de octógono regular y constaría de dos plantas dotadas de dos zonas polivalentes de uso común con capacidad para 56 plazas, cocina-office, dos aseos interiores y exteriores y ocho habitaciones con capacidad para 32 personas. El edificio diseñado, de 780 metros cuadrados de superficie construida, se divide en dos plantas de 390 metros cuadrados cada una.

La planta baja dispone de cafetería-comedor, cocina, salón polivalente, aseos comunes, despacho y accesos y la alta cuenta con ocho dormitorios dobles con terraza y distribuidor-escalera. El inmueble se asentaría sobre una plataforma que permitirá la aproximación del edificio al borde de pantano. La inversión prevista para una primera fase asciende a 304.770 euros. La obra se completaría en una segunda con otros 205.920 euros.

La recuperación del patrimonio, de la arquitectura popular representada en edificios de interés histórico-artístico como iglesias y casas solariegas es también una asignatura pendiente. Los pueblos emplazados en el entorno del embalse constituyen en sí mismos una muestra del urbanismo y la arquitectura rural.

Igualmente, el folclore local se manifiesta en la romería de San Antonio en el valle de Pardominos y la romería de La Divina Pastora en El Gamonal de Lodares, ambos parajes en las proximidades del lago artificial. Sería interesante también organizar visitas guiadas a la antigua iglesia de Ferreras al borde del agua, una vez rehabilitada, único vestigio del pueblo.

Fuente: La Crónica de Leon

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