miércoles, 6 de junio de 2007

Maxima alerta en Leon por temor a un atentado


El anuncio de ETA de la ruptura del alto el fuego que la propia banda terrorista había iniciado hace 14 meses ha activado ya la máxima alerta en León. El delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo mantuvo en la tarde de ayer una reunión con los subdelegados del Gobierno en las nueve provincias de la Comunidad «para estar preparados ante los terroristas y los demás actos delictivos, como siempre lo estamos», según palabras del propio Alejo.

El caso de León tiene un tratamiento especial por varias cuestiones que la convierten en una ciudad sensible. La primera de ellas es el hecho de que el presidente del Gobierno sea leonés o que otros altos cargos del Ejecutivo también sean naturales de la ciudad. Asimismo, León ha sufrido dos atentados terrorista, uno de ellos con una víctima mortal, el comandante Luciano Cortizo, tras la colocación de una bomba lapa en diciembre de 1995, y la destrucción de la céntrica cafetería Lleras, por la explosión de un artefacto, el Día de la Constitución del año 2004.

En anteriores situaciones, se ha intensificado la vigilancia en puntos igualmente considerados delicados como las tres centrales térmicas de las provincia o las múltiples presas hidráulicas repartidas por la montaña leonesa.

Pero la reactivación de la máxima alerta por un posible atentado de ETA sólo es una vuelta más de tuerca a una situación que ya se había puesto en marcha tras la colocación de un coche bomba en la T4 del aeropuerto de Barajas el pasado 30 de diciembre y que costó la vida a dos súbditos ecuatorianos. Una muestra de ese operativo especial pudo presenciarse el pasado fin de semana en León con motivo de la celebración en la ciudad del Día de las Fuerzas Armadas con la presencia de los Reyes, el Príncipe, o el ministro de Defensa, el leonés José Antonio Alonso, entre otras máximas autoridades civiles militares, y su multitudinario desfile del domingo. Desde varios días antes, las calles y los accesos a la ciudad se llenaron de controles de seguridad y los dispositivos de vigilancia se hicieron perfectamente patentes para un alto número de leoneses.

El delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, aseguró ayer que el anuncio de ETA «no nos ha pillado de sorpresa» después del atentado de Barajas y precisó que las Fuerzas de Seguridad «no han bajado la guardia ni la van a bajar en ningún momento. La mejor seguridad es la prevención».

Colectivos leoneses como la Unión Federal de Policía o los Peones Negros manifestaron ayer en sendos comunicados su repulsa por el anuncio de ETA de la ruptura del alto el fuego.

Fuente: La Crónica de León

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