domingo, 7 de octubre de 2007

Al Bierzo también lo quieren los gallegos

Los plenos en Vega de Valcarce son en gallego y castellano. «Si alguien habla en gallego se le contesta en gallego, y si lo hace en castellano, pues en castellano. Aquí todo es normal». Quien habla así es la alcaldesa de Vega de Valcarce, en el Bierzo. María Luisa González Santín (PSOE) no ve ningún problema en hablar gallego, «Hablamos gallego, pero Vega es Bierzo», aclara. Vega de Valcarce es el municipio berciano que hace frontera con la vecina Galicia.

En tiempos perteneció a la Diócesis de León, más tarde a la de Lugo y desde 1945 a la de Astorga. Enclavado en una paisaje de bosques y ríos y atravesado por la autovía que ha lastimado para siempre el río Valcarce de cristalinas aguas, sus tejados son de pizarra y en la calle se puede escuchar hablar los dos idiomas. Un cartel reivindica que el vecino municipio de Barjas se diga Varxas, pero el letrero del albergue municipal dice simplemente «open» para que los entiendan todos los peregrinos.

Hace dos años, con motivo del Día de las Letras Gallegas, el Consejo del Bierzo realizó una declaración institucional en el que valoraba la enseñanza del gallego como una contribución «a enriquecer nuestro legado lingüístico y cultural». Y es que en todo el Bierzo se habla el gallego, pero más todavía cuando uno avanza hacia el alto de Cebreiro, la frontera natural entre ambos territorios. Nadie en estos pueblos fronterizos —Vega de Valcarce, Balboa, Cantexeira...— se extraña por hablarlo. «Los políticos que hagan lo que quieran, pero nadie lo ve aquí como parte de un enfrentamiento. Somos bercianos y nos gusta hablar en gallego», comentan en un bar de Vega de Valcarce.

En cambio, en el colegio público de este municipio no se enseña gallego. Los profesores declinan hablar. «Tuvimos un problema serio con un reportaje hace años. No, muchas gracias», es su amable contestación. No se enseña aunque se hable en casa. Sólo hay que estar a la hora de la salida de los niños. Muchas madres les reciben a sus hijos con palabras en gallego.

En Vega de Valcarce se habla gallego, castellano, inglés, portugués... y todo lo que haga falta para atender a los centenares de peregrinos que a lo largo del año pasan por este municipio berciano. En Vega, que tiene 14 kilómetros de ruta jacobea desde La Portela hasta el alto de Cebreiro, se suele hacer noche antes de afrontar una de las etapas más difícil de quienes caminan en dirección a Santiago de Compostela.

La polémica de la última semana, tras la presentación de una proposición no de ley del BNG para ampliar la «galleguización» del Bierzo, ha llevado a la Junta a dejar claro que el gallego nunca será cooficial en la comarca. Eduardo Fernández, el delegado territorial de la administración autonómica, ha apelado al «sentido común» para rechazar las ansias anexionistas de los nacionalistas gallegos y los sectores más beligerantes con el gallego. «No depende de la Administración Autonómica sino del propio Parlamento español», ha dicho echando balones fuera.

SÍ AL ESTUDIO

Desde el año 2002 el gallego se puede aprender en el Bierzo en las etapas de educación no universitaria. En 2006, por fin, la Xunta de Galicia y la Junta de Castilla y León firmaron un protocolo que hará posible también que este curso la Escuela Oficial de Idiomas de Ponferrada ofrezca el gallego en sus niveles básico e intermedio, o que en Bachillerato se pueda estudiar como materia optativa la asignatura de «Lengua y Cultura Gallega». «Sin embargo no se puede ocultar que hay problemas en la oferta adecuada de este idioma por las resistencias que encontramos en algunos centros educativos», denuncia Xabier Lago Mestre, presidente de Fala Ceibe do Bierzo, en la página web de esta asociación que lucha por la implantación el gallego en la comarca.

Por primera vez, la oferta del gallego en los centros educativos del Bierzo no requiere previa autorización de la Dirección General de Planificación y Ordenación Educativa. Sólo deberá ser impartida por profesorado con conocimientos suficientes. «Es importante indicar que la aprobación de esta nueva materia por el alumnado servirá para obtener la correspondiente titulación oficial por parte de la Xunta de Galicia», aclara Xabier Lago Mestre.

Y es que el gallego no es sólo una forma de preservar la identidad berciana sino también una forma de poder lograr un puesto de trabajo en Galicia. Este año, en Vega de Valcarce no se está dando el curso de gallego para adultos a la espera de la regulación de la Junta, pero el interés es creciente. «Ya había 35 alumnos inscritos, gente de aquí pero también de Ponferrada, de Bembibre, de Cacabelos... gente que quiere saber gallego para opositar en Galicia para enfermeras, forestales...», explica la alcalde de Vega de Valcarce, María Luisa González Santín.

MÁS INFORMACIÓN

Pese a la divulgación del gallego, desde los sectores más galleguistas del Bierzo se insiste, en cambio, en denunciar el hecho de que la Consejería de Educación de la Junta sigue sin cumplir las recomendaciones del Procurador del Común (febrero de 2002 y diciembre de 2004) sobre la necesidad de realizar una campaña escolar adecuada sobre el gallego. «Todos sabemos que hubo una fractura generacional entre los bercianos con lengua familiar gallega y sus descendientes, escolarizados en castellano durante la segunda mitad del siglo XX. Pues bien, la actual enseñanza del gallego en el Bierzo está posibilitando que los neofalantes tengamos un protagonismo especial en la recuperación de nuestra lengua minorizada. ¿Cómo? normalizando el uso de este idioma en los centros escolares, prestigiándolo también a nivel familiar, vecinal y social, o a través del activismo cultural que está favoreciendo en el fondo un verdadero «rexurdimento galego-berciano», añade el cabeza visible de Fala Ceibe.

En el curso 2001-02 se recuperó su enseñanza en los colegios de Corullón, Cacabelos y Carucedo. En el curso siguiente se ofertó también en los institutos de Ponferrada, Cacabelos y Villafranca y en los colegios de Camponaraya, Toral de los Vados, Puente de Domingo Flórez, Toral de Merayo y Ponferrada, así como en Escuela Oficial de Idiomas. Poco a poco, el gallego gana adeptos en el Bierzo, pero sin perder la identidad berciana. Sólo hay que volver a Vega de Valcarce donde todos los carteles de bares y albergues están en castellanos. «Lo importante es que la gente se entienda, y el gallego no lo habla todo el mundo», dicen en el bar de Vega de Valcarce.


Fuente: La Crónica de León

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