domingo, 22 de abril de 2007

El esqui puede revitalizar la montaña de Leon


La construcción y puesta en marcha de la estación de esquí de San Glorio resulta en estos momentos fundamental para revitalizar la Montaña Oriental leonesa. Es más, en opinión de quienes aún viven en la zona, el proyecto es la última esperanza de futuro para la comarca porque los pueblos se mueren, y lo hacen a pasos agigantados.
La despoblación es el factor dominante.

Hay pueblos como el de Llánaves en el que el único establecimiento hostelero abierto al público emplea a más personas de las que en invierno habitan la localidad. En otros lugares pintorescos como Besande, la última localidad del término municipal de Boca de Huérgano y el más cercano a la montaña palentina, el número de vecinos se cuenta con los dedos de una mano.

La población en la Montaña Oriental está envejecida. Los porcentajes de mayores de 65 años son los más elevados de la provincia. Los jóvenes han emigrado en busca de sustento a otras comarcas y, con ellos, los niños, lo que ha provocado que a lo largo de las dos últimas décadas se cierre la mayor parte de las escuelas del entorno; es decir, «el futuro de los pueblos, porque sin niños se acaban abandonando…».

Así lo denuncian los lugareños, hastiados de ver cómo día tras día esta comarca leonesa va cayendo en el olvido. Algo que para las gentes de la comarca «no habría ocurrido de haber estado ya San Glorio hace años en funcionamiento», comentan.

Los habitantes de la zona tampoco disponen de los servicios básicos que contribuyen, en otros lugares, a asentar población. Riaño y Boca de Huérgano aglutinan la mayor parte de estos recursos, pero tampoco disponen de todos los que serían necesarios.

Por poner un ejemplo claro, los escasos jóvenes, menores de 40 años, que aún habitan los pueblos de la Montaña Oriental tienen que desplazarse hasta Riaño para tareas tan habituales en otros lugares como retirar dinero de un cajero automático o realizar cualquier tipo de gestión en una entidad bancaria.

Toda la comarca depende además del centro de salud de Riaño, que también se queda «pequeño» para atender a tanta población, para cualquier situación médica, bien sea cotidiana o de emergencia. Los traslados al ambulatorio en esta zona suponen un auténtico «suplicio» para muchos vecinos porque, al ser mayoritariamente personas de avanzada edad, no todos disponen de un vehículo para poder desplazarse con facilidad. Este hecho afecta también al resto de las tareas ordinarias del día a día. «Seguro que si se hace la estación se pondrán más consultorios en la zona y aumentarían los servicios en toda la comarca, y esto nos beneficiaría a todos», auguran.

Las comunicaciones por carretera, sobre todo en una zona de montaña como ésta en la que las condiciones climáticas en invierno empeoran considerablemente los traslados, es otra de las desventajas a los que se enfrentan habitualmente quienes residen en esta comarca.

Ejemplos como todos los anteriores son cotidianos en la Montaña Oriental leonesa y, a pesar de que las gentes están «acostumbradas» a soportar tantos y tantos inconvenientes, la demanda de atención, a la que se hace oídos sordos de forma general por parte de todas las administraciones, es una realidad que podría verse satisfecha con la puesta en marcha de la estación invernal de San Glorio.

Los vecinos están convencidos de que con la llegada de turistas por el complejo invernal la comarca va a repoblarse, que se van a generar, como es lógico por otra parte, nuevos servicios, que se mejorarán los accesos a la montaña, que se asentará población porque el empleo que se avanza con la puesta en marcha de la estación permitirá a muchos jóvenes regresar a su lugar de origen.

Fuente: La Crónica de León

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