viernes, 28 de diciembre de 2007

No hay que perder la esperanza

Los compañeros de Mercedes García en el consultorio del Crucero la definen como «una bellísima persona que incluso carece de plaza propia por entregarse a proyectos humanitarios». El Gobierno intensifica sus esfuerzos en Somalia por liberar a las cooperantes de Médicos Sin Fronteras secuestradas. Las cooperantes de Médicos sin Fronteras secuestradas el miércoles en Somalia pasaron ayer su segunda noche de cautividad, probablemente sin haber podido beber ni probar bocado desde entonces –según se temen sus compañeros de la ONG– pero, por lo menos, sanas y salvas y sin haber sufrido ningún daño.

Al cierre de esta edición, permanecían en la guarida de sus cuatro secuestradores, en una zona montañosa de las afueras de Bossaso, al norte del país, rodeadas por 200 milicianos de las fuerzas de seguridad armados hasta los dientes.

Las autoridades españolas trabajaron durante todo el día de manera coordinada con representantes del país africano para liberar a la médico leonesa Mercedes García y a la enfermera argentina Pilar Bauza. Fuentes del Ministerio de Exteriores explicaron que Miguel Ángel Moratinos habló con el primer ministro somalí, Alí Mohamed Gedi, quien le transmitió un mensaje «esperanzador».

La idea más repetida fue que el rescate tenía que efectuarse de la forma más pacífica posible y sin ningún tipo violencia. «Después de 16 años de guerra civil, en Somalia tienen el gatillo fácil, y eso podría provocar un desenlace fatal», advirtió Carlos Ugarte, de Médicos sin Fronteras. Por este motivo, y aunque las autoridades somalíes se niegan a admitirlo, se está intentando llegar a una solución negociada con los secuestradores.

Todo apunta a que su intención era obtener un rescate –que no llegaron a pedir al abortarse el secuestro poco después de llevarse a cabo– y a que podrían tratarse de piratas auténticos que actúan en la región autónoma de Puntlandia, aprovechándose de la anarquía existente.

En las últimas dos semanas, se han producido varios abordajes de barcos en el mar junto a las costas de Bossaso, así como saqueos de aldeas cercanas. El hecho de que el ministro de Pesca de Puntlandia, Ahmed Said Nor, sea precisamente el que lleva las negociaciones da más consistencia a esta hipótesis.

El embajador español en Kenia, Nicolás Martín Cinto, llegó ayer a Bossaso y se entrevistó con este representante regional. Hoy lo hará con el primer ministro somalí, miembro del gobierno central que regiones como Puntlandia, por ejemplo, no reconocen. La ONU recordó que Somalia carece de un ejecutivo operativo desde 1991 y aprovechó para hacer un llamamiento en favor de la liberación «incondicional» de las dos cooperantes.

La Crónica de León

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