sábado, 29 de diciembre de 2007

Hay que rezar por esta médico para que vuelva a casa pronto

Por lo menos, Mercedes García y Pilar Bauza se encuentran bien. La médico española y la enfermera argentina secuestradas desde hace cuatro días en la región semiautónoma de Puntlandia, al norte de Somalia, no están heridas, parece que han comido y bebido agua y permanecen juntas. Lo garantizan las autoridades del país africano, que aseguran que vigilan «con unos prismáticos» cada uno de los movimientos de las cooperantes de Médicos Sin Fronteras.

Por su parte, la ONG confirmó ayer que las dos cooperantes secuestradas el miércoles en Somalia están vivas y se encuentran en buen estado; «distintas fuentes en Bosasso nos han comunicado que las han visto con unos prismáticos», han explicado fuentes de Médicos Sin Fronteras en Madrid.

La situación es, cuanto menos, inquietante. Un grupo de unos cuatro o cinco secuestradores lleva desde el miércoles atrincherado con las rehenes en una casa situada en una zona boscosa y de montaña, de muy difícil acceso, a las afueras de Bossaso. Les rodean dos centenares de milicianos armados, más aficionados a disparar a lo primero que se mueva que a llegar a una solución negociada.

Algunas fuentes señalan que los captores piden dinero y que no les maten. Mientras tanto, son observados de forma permanente por las Fuerzas de Seguridad. No se producen avances. Un paso en falso y todos los habitantes de la casa morirán.

«Queremos comprobar que efectivamente se encuentran en buen estado de salud», explicó en rueda de prensa el responsable de Relaciones Exteriores de la ONG Médicos Sin Fronteras, Carlos Ugarte.

Aprovechando la influencia que desde hace años tiene en el conflictivo país africano –es la única organización que trabaja en la región–, Médicos Sin Fronteras exigió que un coche medicalizado, con alimentos, bebida y un doctor, entre en la vigilada guarida.

No sabemos si las autoridades de Puntlandia accederán a esta demanda pero, de momento, la coordinadora del equipo de cooperantes de Bossaso se ha instalado en la casa del jefe de policía de la localidad. En parte para estar informada en todo momento, pero también para presionar.

«Los ataques a trabajadores humanitarios dificultan en gran medida el acceso a las poblaciones más vulnerables y necesitadas de ayuda», recuerda Paula Farias, presidenta de la división española de Médicos Sin Fronteras.

Hay que recordar que la médico leonesa de 51 años, Mercedes García, que lleva desde noviembre realizando labores humanitarias en la zona y la enfermera argentina, Pilar Bauza, llevan ya más de 48 horas retenidas. Paula Farias, presidenta de la ONG en España, ha declarado en este sentido que «una vez más, hacemos una llamada a los secuestradores para que respeten la dignidad e integridad de nuestras expatriadas».

Mientras tanto, fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores confirmaron que los secuestradores son delincuentes comunes, quizá piratas, que no tienen ningún móvil político y que actuaron movidos por el dinero.

La Crónica de León

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