lunes, 15 de octubre de 2007

Cármenes inaugura su IX Feria Tradicional

«Soy partidario del viejo dicho de que más vale encender una vela que condenar la oscuridad». La frase de Miguel Alejo, delegado del Gobierno en Castilla y León, en la inauguración de la IX Feria Tradicional de Cármenes, define el espíritu de la jornada de ayer en la localidad montañesa. Hay nubarrones en el horizonte pero quiso dejar un mensaje de esperanza.

Un buen día para la esperanza, pero sin dejar de mirar a los nubarrones. Amaneció un día precioso y seguramente eso propició que la edición de este año fuera seguramente la más concurrida, encontrar aparcamiento era una odisea. Pero se llega al pueblo por una carretera infernal, con unas obras eternas en las que el desprecio por los usuarios es evidente.

El delegado del Gobierno alabó el trabajo de los artesanos que acudieron a la Feria, también a los pendones que desfilaron por el pueblo y resultaron lo más espectacular de la jornada, así como los músicos tradicionales. «Ellos son las verdaderas señas de identidad de esta tierra, debemos alabar su trabajo y animarlos a continuar para que no se pierda la variedad que sus trabajos nos han convertido en un país envidiado».

Quiso poner luces en el futuro de la comarca y, además del apoyo al turismo, habló de dos leyes del Gobierno que él entiende que favorecen a esta comarca que definió como agrícola y ganadera. Se refirió a las ayudas al cereal, que no se cultiva en la comarca, y la nueva ley para los autónomos, que afectará a muchos ganaderos. Pero no se quiso meter en el 'charco' de la linea de alta tensión Sama-Velilla, que recientemente defendió «pues es buena para el país». Solventó el trámite diciendo que «quienes se sientan perjudicados por ella deben presentar las alegaciones que consideren oportunas, como siempre se hace en un proceso democrático». No sé si dejaría muy satisfechos a alcaldes como los de Vegacervera o Villamanín, presentes en el acto.

Después recorrió las abarrotadas calles y puestos, degustó la caldereta que se ofrecía a los visitantes hasta agotarse, habló de la situación de la ganadería en el polideportivo, acondicionado como recinto ferial... En definitiva, una jornada que enciende una vela, pero sin olvidar que hay nubarrones en el horizonte.

Fuente: La Crónica de León

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