sábado, 8 de diciembre de 2007

Los del Adif dicen que no tiene importancia la matanza de las truchas

El arroyo de Folledo, a su paso por la localidad de Buiza de Gordón es hoy un río muerto. Los vecinos achacan esta situación a las obras de la Variante de Pajares, que se están llevando a cabo en la zona y que, según ellos, han sido las causantes de que todos los peces que hace un tiempo vivían en estas aguas hayan muerto ya, al no poder sobrevivir en un río contaminado.

Francisco Castañón, alcalde de Pola de Gordón, municipio al que pertenece Buiza, afirmó ayer que «estamos en contacto con el Adif y ya les hemos planteado este problema». El Ayuntamiento mantiene reuniones periódicas con los técnicos del Adif, en las que analizan la marcha de las obras y en las que se plantean y debaten los contratiempos que van surgiendo en cada momento.

El problema de contaminación del arroyo de Folledo ha surgido ya en alguna de estas reuniones, y la empresa ha indicado en todo momento que «no existe un problema medioambiental grave», aunque sí reconocen que las aguas del arroyo se encuentran sucias, afirmó Castañón.

El alcalde de Pola indicó ayer que, desde el Adif se realizan análisis e informes regularmente y que cuentan con una persona para llevar a cabo este tipo de seguimiento medioambientales. Es precisamente en estos informes en los que se basan para afirmar que el arroyo de Folledo, pese a contar con un agua muy sucia a causa de las obras, no supone sin embargo un problema medioambiental grave.

El martes de la próxima semana, día 18, el Ayuntamiento se reunirá de nuevo con el Adif, y el tema de la contaminación del río podría volver a surgir en sus conversaciones. Castañón mantiene que, siempre que se ha hablado de ello, la reacción por parte de los técnicos de la empresa «ha sido buena», y confía en que, por este motivo, podrán llegar a alguna solución.

Por su parte, los vecinos de la localidad de Buiza aseguran que sufren este problema desde hace ya dos años, y no entienden cómo hasta el momento no se ha hecho nada para recuperar la vida del río, ya que desde que comenzaron las obras, la suciedad se ha ido acumulando en sus aguas hasta acabar con todas las especies que habitaban en ellas hasta ese momento.

De este modo, denuncian además que las obras del la Variante de Pajares incumplen el Plan de Vigilancia Ambiental, que debe garantizar el cumplimiento de las indicaciones y las medidas protectoras establecidas en el estudio de Impacto Ambiental y que están dirigidas a evitar desastres ecológicos.

Crónica de León

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