Fomento vigila el tunel de Pola de Gordón

Ante la imposibilidad de poner en marcha otras medidas que solucionen definitivamente el problema en que, ya desde hace años, se ha convertido el túnel de la carretera nacional 630 a la altura de la localidad de Pola de Gordón, el Ministerio de Fomento ha decidido buscar soluciones cuanto menos sorprendentes. Día y noche, un vigilante observa con atención el túnel que a lo largo de las últimas semanas se ha convertido en escenario de peligrosas maniobras a causa de los desprendimientos de enormes piedras desde el monte que en ese punto atraviesa la conocida como Ruta de la Plata.

Obviamente, la capacidad de actuar de los operarios que vigilan durante 24 horas al día la posible caída de otra roca sobre la calzada no se puede decir que sea preventiva, sino que su misión sería poner en funcionamiento todos los sistemas de alerta si se produce un nuevo desprendimiento, al tiempo que podría avisar a los primeros conductores que pasen por este tramo convertido en las últimas semanas en uno de los más peligrosos de toda la nacional 630.

Los técnicos de la Unidad de Carreteras han decidido tomar esta medida ante la imposibilidad de realizar otras obras que permitan prevenir realmente los desprendimientos, trabajos que se antojan especialmente complejos por las características del terreno que, a esas alturas, atraviesa la nacional. De momento, se han puesto ya en marcha obras de emergencia que impidan que, en caso de que se produzcan nuevos desprendimientos, las rocas alcancen la calzado y vuelvan a producirse accidentes (como ya ocurriera en febrero de 2006, fecha del primero de los desprendimientos) o simplemente situaciones de riesgo.

El propio subdelegado del Gobierno en la provincia de León, Francisco Álvarez, eludió en su última comparecencia de prensa dar fechas sobre la voladura parcial del túnel, lo que vendría a suponer una solución definitiva a este grave problema, puesto que en las últimas dos semanas se han producido dos desprendimientos.

Nada se sabe de las fechas de la voladura del túnel o construcción de una variante, y eso a pesar de que 15 vecinos de Pola de Gordón ha decidido ceder gratuitamente terrenos que permitirían construir el túnel por una ruta alternativa, lo que, también, supondría otra solución definitiva a este problema. El tramo que los vecinos ceden es de 550 metros, que es lo que se necesitaría para construir una variante.

La Crónica de León