jueves, 22 de noviembre de 2007

El tunel de Pola es un peligro para los conductores

Afortunadamente a la tercera no fue la vencida ya que el desprendimiento de rocas de ayer, en el túnel de Pola de Gordón en poco más de un año, no provocó daños de gravedad a los conductores que transitaban por esta carretera Nacional 630. Sólo un camión de transporte, que se dirigía hacia Asturias, resultó alcanzado por pequeñas piedras.

El alcalde de Pola de Gordón, Francisco Castañón, elevó ayer el tono para demandar a la Subdelegación del Gobierno en León la puesta en marcha, de «manera inmediata», de las obras del proyecto de voladura parcial de este paso para evitar accidentes, «que podamos lamentar. Ayer pasé personalmente por este túnel cinco veces, ya que tengo que ir por esta carretera obligatoriamente al Ayuntamiento», declaró Castañón. No cabe duda que es la gota que ha colmado el vaso, ya que los vecinos sienten miedo real cada vez que pasan por él.

En el mes de agosto, el Ministerio de Fomento anunció que desplazaría por una vía alternativa el tráfico para poder llevar a cabo las obras específicas para evitar los actuales riesgos de desprendimiento. No obstante, cierto es que se colocaron mallas de acero en la parte norte y en la entrada sur se instalaron sujeciones específicas en la roca para tratar de evitar un suceso como el de ayer.

La caída de las rocas ocurrió sobre las 9.30 horas, dando la voz de alarma a la Guardia Civil los propios conductores. Más tarde se tuvo que cortar uno de los carriles durante una hora y media. Miembros de la Unidad de Carreteras se desplazaron hasta el túnel para realizar con diferente maquinaria, la eliminación de las piedras de gran peso, que probablemente la lluvia de los pasados días, provocara su desprendimiento.

El alcalde, Francisco Castañón, se desplazó hasta la zona para comprobar cómo se encontraba el túnel y constatar la situación. Castañón reconoció horas más tarde que había hablado con el subdelegado del Gobierno, Francisco Álvarez, para trasmitirle su malestar e intentar «que las soluciones al problema sigan su curso sin más dilación de tiempo».

Según los datos que se han ofrecido sobre la densidad de circulación por esta importante carretera, se detalla que es utilizada diariamente por unos 8.000 vehículos, de los cuales 2.500 son camiones o furgonetas. Estas cifras ofrecen una imagen de lo que pudo haber ocurrido si en vez de caer la roca más pesada por la ladera hasta las proximidades de la carretera, hubiera caído directamente a algún carril. Desde el Ayuntamiento de Pola de Gordón se recuerda que a esas horas el tráfico es muy numeroso, debido a que es una hora en la que además hay mucho tránsito de autobuses escolares. La preocupación de los conductores de la comarca se va acrecentando.


La Crónica de León

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