viernes, 26 de octubre de 2007

El domingo se Beatificaran en Roma 59 mártires leoneses

La amplia lista de inminentes beatos leoneses, mártires en época de guerra, cuenta con historias destacables por curiosas. De los vinculados a las dos Diócesis de la provincia leonesa, destaca la vida de Antero Mateo García. Es el único mártir vinculado al Obispado de León que fue seglar, es decir, no religioso.

Nació en Valdevimbre el 4 de marzo de 1875 y fue primogénito de nueve hermanos. Se casó con Manuela Trabadelo Malagón el 27 de enero de 1902 y se estableció por razones laborales en Cembranos (León), pero más tarde tuvo que emigrar a Barcelona en 1916 y trabajó en los Ferrocarriles del Norte. Junto con su esposa, ingresó en la orden seglar dominicana y fue miembro de la 'Adoración Nocturna'. En algunas peregrinaciones a Lourdes hizo de camillero para los enfermos y ayudó a los necesitados. Mateo García fue padre de ocho hijos, uno de los cuales fue Dominico y una Carmelita Descalza.

En julio de 1936 sometieron su hogar a un registro. El 6 de agosto de ese año acudió a la estación barcelonesa de Francia para esperar a su esposa y a la hija Carmelita que llegaban de Valencia con otras religiosas más y allí lo detuvieron, aunque sus familiares lograron la libertad al cabo de unas horas. Después, recibió orden de incorporarse a su trabajo habitual en la estación de ferrocarril, llamada del Norte, pero el 8 de agosto no regresó al hogar. Al anochecer, un grupo de milicianos lo sacó violentamente de la dependencia donde prestaba servicio y lo condujo hacia Sant Andreu de Palomar (Barcelona) y, bajo el puente denominado del 'Dragón', fue martirizado, a los 61 años cumplidos.

Pero también es importante resaltar la vida de Eleuterio Marne Mansilla, que murió con tan sólo 27 años. Nació en Gusendos de los Oteros (León) el 17 de febrero de 1909. En 1931, tras unas misiones predicadas por los redentoristas en su pueblo natal, se sintió llamado a la vida religiosa y comenzó su noviciado como hermano cooperador en el convento de San Esteban de Salamanca. Profesó el 28 de marzo de 1933 y lo destinaron a Las Caldas de Besaya. Marne Mansilla fue muy devoto de la Santísima Virgen.

Con sus hermanos de comunidad, maniatado y con un lingote adosado al cuerpo, fue arrojado al agua en la bahía de Santander en la noche del 22 al 23 de diciembre de 1936, cuando contaba con 27 años de edad. Su cadáver fue devuelto por el mar en la playa de Somo en la noche del 5 al 6 de enero de 1937. Desde 1962 sus restos descansan en el santuario de Nuestra Señora de Las Caldas de Besaya.

Del Obispado de Astorga no hay que olvidar a Manuel Santiago Santiago (dominico). Natural de Donado (Zamora), nació el 6 de octubre de 1916, y fue el primer bautizado en el Santuario de La Peregrina de su pueblo.

Estudió latín y humanidades en la preceptoría del Santuario de Nuestra Señora de Rosinos de Vidriales. Más tarde, ingresó en el Noviciado de Almagro (Ciudad Real) y recibió la profesión ante el Maestro General de la Orden, P. Gillet, el 7 de octubre de 1934 y luego comenzó los estudios filosóficos.

Al iniciarse la persecución religiosa en el año 1936, su padre se dirigió a Almagro para proponerle regresar temporalmente a casa; pero con entereza contestó que prefería seguir en la Orden y correr la suerte que Dios le tuviese preparada. Según la biografía, Santiago era de carácter noble y sencillo, tímido y caritativo, de piedad honda.

Cerrado el convento y tras una breve estancia en una casa de Almagro, fue llevado a Madrid con sus Hermanos Fray José Delgado y Fray Francisco Fernández Escosura, con los que corrió la misma suerte en la cárcel Modelo. El 16 de noviembre fue trasladado con Fray Francisco Fernández Escosura a la cárcel de Ventas, donde sufrió grandes penalidades y reiteradas propuestas de matrimonio y buen empleo, si renunciaba a su profesión religiosa. Su negativa, sabiendo que significaba la muerte, fue rotunda. Los sacaron, atados el uno al otro, el 3 de diciembre de 1936, e iban tranquilos y dispuestos a ser fieles a Dios hasta el martirio, que tuvo lugar el mismo día, muy probablemente en Paracuellos del Jarama (Madrid). Tenía sólo 20 años.

Santos López Martínez, nació en Viñambres de la Valduerna, el 16 de octubre de 1910. Tras ingresar en el Noviciado Menor de los Hermanos de las Escuelas Cristianas en 1927 pasó al Noviciado, y tomó el hábito religioso, con el nombre de Mariano León. Le sorprendió la persecución religiosa en 1936. El 25 de julio fue apresado y fusilado en el cementerio de la localidad de Moncada, por ser religioso.

Por otra parte, el próximo día 8 de noviembre tendrá lugar una celebración diocesana en la Catedral de León, en la que presidirá el obispo de León, Julián López, para celebrar la beatificación. Además, en las parroquias nativas de cada beato se realizarán actos solemnes y se colocarán placas conmemorativas donde se bautizaron, según explicó un portavoz del Obispado de León.

Fuente: La Crónica de León

No hay comentarios: