Pleito por la famosa espada "Tizona"

La mítica espada del Cid, la Tizona, que ha regresado a Burgos, en lugar de exponerse en el Museo del Ejército como hasta ahora, ha desatado una nueva guerra entre el Ministerio de Cultura y la Consejería de Cultura y Turismo del Gobierno castellano y leonés.
Su titular, Silvia Clemente, defendió ayer la «autenticidad» de la espada con la que se atribuye al Cid Campeador muchas batallas ganadas, y negó que como apunta el Ministerio de Cultura, haya «serias dudas» sobre si se trata de la Tizona del Cid o de una espada de alto valor histórico, fechada también en el siglo XV, pero sin documentación que pruebe que fue empuñada por Rodrigo Díaz de Vivar.

Un día después de que la Junta hiciera pública la adquisición de la Tizona, por la que ha pagado junto a un grupo de empresarios burgaleses, 1,6 millones de euros a su dueño, José Ramón Suárez de Otero, Marqués de Falces, el Ministerio de Cultura se pronuncia recordando informes que «desde 1999 existen y dudan sobre la autenticidad de la espada expuesta en el museo del Ejército». El Ministerio reconoce que elaboró para su posible compra cuatro informes coincidentes en su «alto valor histórico», pero en algunos casos como el de Patrimonio Nacional, aseguran que «no existen datos fiables para identificar la espada como la auténtica del Cid». Según el Ministerio, el Museo Arqueológico la califica de «falsa reliquia» y el historiador de la Real Academia de la Historia José Godoy considera que la espada «es del siglo XV-XVI, con añadiduras del XIX que no coinciden con la primera inscripción de la auténtica Tizona». Por estas razones, según afirma el Ministerio, el precio que pedía su propietario se juzgó «demasiado elevado» frente a 200.000 o 300.000 euros que valoraba el Ministerio.

Ayer, la consejera de Cultura en visita a Segovia, arremetió contra lo que considera «un nuevo ejemplo del instinto destructivo contra Castilla y León del Ministerio de Cultura», señaló.

Basándose en el Real Decreto ministerial que declara la espada del Cid como Bien de Interés Cultural (BIC) en 2002, la consejera acusó de actuar al Ministerio movido por «un ataque de cuernos», dijo. «Cuando se han enterado de que hemos comprado la espada les ha dado un fuerte ataque de cuernos». Clemente revelaba con esta expresión que la Tizona iba a ser la pieza estrella del museo militar que el Ministerio tiene previsto instalar en el Alcázar de Toledo. Según la consejera de Cultura, los propietarios se negaron a negociar con el Ministerio, desairados al cuestionar sus técnicos la autenticidad de la espada, siempre según la versión de Clemente.

«Desde que supieron que la espada había salido del Museo se han puesto nerviosos porque están muy preocupados por el 27 de mayo y han levantado esta falsa polémica sobre una pieza que desde 1944 se ha exhibido en el Museo del Ejército como la Tizona del Cid». En este sentido, reiteró que el deseo del Ministerio de Cultura era que la pieza pasara del Museo del Ejército, en Madrid, al nuevo complejo dedicado al mundo militar que se inaugurará en el Alcazar de Toledo.

Clemente criticó el «ánimo destructivo» hacia Castilla y León del Gobierno central: «cada vez que hay una iniciativa en relación con el patrimonio histórico importante para esta Comunidad tropieza con los instintos de destrucción y aniquilamiento del Ministerio de Cultura».

Clemente critica que en la propia web ministerial la espada Tizona del Cid figure como tal, sin dudas al respecto de su veracidad histórica y cuestiona, la seriedad en el proceder de la administración central que la declaró BIC: «¿Si la Tizona del Cid según un informe de 1999 no lo era, por qué el Ministerio de Cultura lleva hasta el año 2002 la declaración de BIC de la espada?», se preguntaba ayer.

La consejera recordó que «el Real Decreto de 2002, por el que se declara BIC la espada –que pertenecio a Fernando de Aragón y se la regaló al primer marqués de Falces tras el viaje por Castilla–, se basa en la amplia tradición historiográfica que acredita el carácter de La Tizona como la verdadera y no otra similar». «La primacía de esta tradición historiográfica, muy amplia, es lo que ha primado en la adquisición de la espada por parte de la Junta de Castilla y León», dijo.

Fuente: La Crónica de León