lunes, 7 de mayo de 2007

Los vecinos de Beberino recuperan el agua


El acuífero de la localidad de Beberino de Gordón, que suministra agua potable a los vecinos, vuelve a surtir agua al depósito de manera natural, tras año y medio en el que un camión cisterna tuvo diariamente que recargarlo.

Esta situación, propiciada por las obras del Tren de Alta Velocidad que realiza la tunelación del lote 1 entre Pola y Folledo, ha vuelto a la normalidad de manera natural ante la intensidad de las lluvias caídas este año. Ello ha posibilitado que desde hace casi tres semanas dispongan de nuevo de su propia agua.

En diversas ocasiones se ha barajado la posibilidad de incluso llevar agua desde la captación de Buiza de Gordón, población próxima para asegurar el suministro a Beberino. Sin embargo, sus fuentes, las que se encuentran ubicadas en el centro de la localidad no se han recuperado, por lo que aún hay gran malestar debido a la importancia de ello para sus gentes.

En diversas ocasiones y desde el Adminstrador de Infraestructuras Ferroviarias de Renfe (Adif), se señaló que los acuíferos se recuperarían tras el paso del AVE pero que si no fuera así, llevarían agua desde otras captaciones. La misma respuesta fue dada también en el caso de las fuentes, cuya recuperación natural también podría darse.

Desde el Ayuntamiento de Pola de Gordón se ha tratado de manera constante esta situación originada por la gran infraestructura que crea los túneles de unión de 25 kilómetros entre Asturias y León para el AVE. Muchos problemas han surgido en este proyecto, como hace pocas semanas cuando se repitió un vertido al Bernesga de agua y tierra, por la rotura de una bolsa de agua en el lote 2.

El pasado mes de junio de 2006, la perforación de los túneles del AVE en la localidad de Pola de Gordón registraron el mayor parón desde su inicio en 2005, estando paradas las tuneladoras casi mes y medio por problemas geológicos. La envergadura de las obras no ha detenido la marcha de las tunelaciones que se espera concluyan en León este mismo año.

Fuente: La Crónica de León

domingo, 6 de mayo de 2007

La aparicion de nuevos acuiferos ralentiza la obra del tren de alta velocidad


La complejidad de la obra que se está desarrollando en la variante de Pajares, para construir dos túneles de veinticinco kilómetros cada uno por los que circularán los futuros trenes de alta velocidad, enfrenta a los trabajadores a dificultades diarias como consecuencia de las características orográficas de la montaña que tienen que perforar.

Una vez más, la aparición de nuevos acuíferos en los túneles del Lote 1, ambos en la vertiente leonesa, que discurre entre Pola de Gordón y Folledo, ralentiza las operaciones en este enclave que, aunque avanzan satisfactoriamente, según el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, en las últimas semanas el ritmo de perforación es relativamente más bajo que en meses anteriores.

Así, en el tubo este del primer sector, la tuneladora ha horadado ya 9.064 metros, lo que supone el 90% del total de longitud que tiene que recorrer la máquina. Está perforadora la puso en funcionamiento el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el pasado 13 de julio del 2005; en el oeste, de 10,4 kilómetros de recorrido, el gran topo ha arañado al macizo, desde el 29 de septiembre del 2005, 9.064 metros, según el informe facilitado por Adif. Además, en la galería de acceso que parte desde la localidad de Buiza, la tercera tuneladora ha atravesado 4.692 metros de la montaña, aunque todavía le queda por avanzar algo menos de un kilómetro.

Un percance al que hay que sumar la aparición de material pizarroso de muy mala calidad en el Lote 2, concretamente en el trazado que aparece en la localidad leonesa de Folledo, una situación que dificulta las labores de excavación.

A pesar de estos contratiempos, previstos en el planteamiento inicial del Ministerio de Fomento, las obras avanzan satisfactoriamente, según el calendario de actuación marcado por el ente ministerial, y dentro de los plazos previstos. En este sentido los trabajos en los túneles que discurren por la provincia de León podrían estar ejecutados en su totalidad a principios del verano próximo, lo que rebajaría en dos años los primeras previsiones marcadas por el Ejecutivo central.

Cada uno de estos grandes topos -en la vertiente leonesa hay tres- apenas tiene por delante un kilómetro para terminar las labores de acondicionamiento y si no se producen problemas de última hora, siempre posibles en este tipo de infraestructuras, los tubos que tienen encomendados podrían estar abiertos antes del mes de julio.

En el lado asturiano las cosas no marchan al mismo ritmo que en la provincia leonesa, aunque hay que tener en cuenta que en el Principado las dos tuneladoras encendieron sus motores el pasado año. El topo del Lote 3, de fabricación franco-alemana, está encargado de un trayecto de 10,2 kilómetros, pero por el momento sólo ha conseguido perforar 2.200 metros, según informaron desde Adif. La máquina que circula en paralelo, en el Lote 4, construida en los talleres del Duro Felguera en Barros (Langreo), tiene enconmendada la misma longitud que la otra -10, 3 km-, de la que ha horadado poco más 250 metros. Estos dos lotes parten de la localidad de Viadangos y terminan en Telledo.

Una realidad que choca con la de la otra cordillera. Aún así, la entidad gestora de los trabajos en este corredor confía en que el proyecto esté finalizado en la primavera del 2009. A los dos túneles hay que unir el tramo exterior que parte de la Robla y llega a la capital y el que empieza en La Pola y termina en el Principado, también en superficie.

Fuente: Diario de León

Todos los dias nos mira el pantano a la cara


«Nunca ha pasado nada». Trece pueblos –entre ellos Arévalo, Campo de Luna, Lagüelles, Láncara de Luna, Oblanca, San Pedro de Luna y Santa Eulalia de las Manzanas...– no tuvieron la misma suerte que Barrios de Luna y fueron anegados por las aguas del embalse. De eso hace ya medio siglo. Desde entonces, mucho ha llovido y más este año. Según la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), a 1 de mayo, Luna tenía 298 metros cúbicos de agua embalsada (96,75%), cuando la media de los últimos ocho años fue de 248 hectómetros cúbicos (80,60%).

El pantano de Barrios de Luna ocupa una extensión de 1.130 hectáreas y puede llegar a embalsar 308 hm3. Sólo hay que subir al muro de contención y ver hasta donde llega ya el agua. Hay más que nunca, pero nadie se ha preocupado de establecer planes de emergencia. Tampoco nadie en Barrios de Luna piensa en una catástrofe. Ellos ya han visto rebosar el pantano «y no ha pasado nada» Barrios de Luna es el pueblo leonés más cercano a un embalse, hasta el punto de que el muro de contención forma parte de su paisaje de limpios tejados, casas solariegas, suaves montañas y verdes prados primaverales. Apenas 40 personas pasan el invierno en este pueblo de la Montaña Central, a 12 kilómetros de La Magdalena, donde la vida transcurre demasiado tranquila.

El pantano parece que siempre haya estado ahí. Muchos vecinos lo han visto de toda la vida y la mayoría todavía recuerda su inauguración por Franco en 1956. En Barrios de Luna nadie teme que el embalse esté a estas alturas del año casi al 100%, ni que pese a los años transcurridos nadie se haya preocupado de establecer un plan de emergencias. «No tenemos ningún miedo. El muro tiene tanto de base como de altura», explica Mari Luz García Rodríguez, dueña de uno de los dos bares del pueblo y de un negocio de cuatro apartamentos rurales.

María Luz siempre ha vivido en Barrios de Luna. En su bar, las fotos del pantano decoran las paredes. De hecho, es el embalse de Barrios de Luna. Este año está lleno, «pero ha estado más todavía», dice. «No es el año que más lleno está. Antes el agua rebasaba a veces la presa cuando había oleaje», recuerda sin inmutarse.

El pantano de Barrios de Luna es uno de los tres más importantes de la provincia de León junto con los del Porma y Riaño. La vida transcurre tranquila también porque muchos vecinos son también jubilados. En Barrios de Luna apenas quedan ya dos ganaderos y 300 cabezas. «De los 13 pueblos que anegó se fue todo el mundo», recuerda también Mari Luz.

El pantano es parte del paisaje y lo más importante que le ha pasado a este pueblo en toda su historia. Sólo hay que visitar el Ayuntamiento, donde de todas las paredes, desde la puerta de entrada hasta la Alcaldía, cuelgan grandes fotografías también. Imágenes que también se pueden ver en el otro bar del pueblo, situado arriba, al pie de la presa.

«Pepe y Mari», como se llama el negocio que comparte con su marido Mari Luz, lleva abierto 42 años. Cuatro décadas que han visto inviernos duros y menos duros, primaveras más o menos lluviosas, veranos más o menos secos y otoños más o menos fríos. «Hay de todo, pero tampoco pasa nada. El pantano es seguro», insiste.

Mari Luz todavía recuerda el día que Franco inauguró el embalse. Los grandes coches que pasaron por el pueblo. La inauguración de la presa y del vecino salto de agua de Mora de Luna. El pantano de Barrios de Luna sirve también para el aprovechamiento hidroeléctrico. Unos grandes tubos transportan el agua desde la cabecera del embalse hasta la central de Mora.

ANTES DEL PANTANO

La Venta de Remellán es uno de los restaurantes más conocidos de la zona de Boñar, sobre todo por los pescadores que acuden en esta época del año. Roberto pertenece a la quinta generación. Su familia lleva en estas tierras muchos más años que el embalse que proyectase el escritor Juan Benet. Porma, como Barrios de Luna, está casi a rebosar. Según los mismos datos de la Confederación Hidrográfica del Duero, a 1 de mayo, el agua llega al 93,71% de capacidad, que es de 318 hectómetros cúbicos. La media el año pasado fue de 249 hectómetros cúbicos, casi la misma que en los últimos ocho ejercicios.

Roberto, que lleva al frente del negocio desde hace unos años, reconoce que a veces se piensa que un día el embalse puede reventar, «pero nunca se cree que pueda pasar». Sus padres, explica, vieron cómo se construyó el pantano y cómo se probó con el agua por encima de las compuertas. «Estamos aquí de toda la vida, y nunca ha pasado nada», insiste Roberto.

No piensa lo mismo María Dolores del Blanco, vecina de Cerecedo, un pueblo situado a unos 5 kilómetros de distancia, aguas abajo de la presa. María Dolores, que vive en la primera casa nada más pasar el puente sobre el río Porma, prefiere no subir hasta el embalse, y menos ahora que está casi al completo. «No voy a verlo por si acaso aparezco en León», comenta con ironía, no exenta de respeto por lo que pueda pasar.

María Dolores está acostumbrada al ruido del agua. «Si lo pensáramos, qué tendríamos que hacer. Salir corriendo, pero a dónde», se pregunta.

Esta vecina de Cerecedo sí ha pensado en más de una ocasión lo que puede pasar si un día revienta el pantano. «Lo pienso, pero prefiero no decirlo».

El Porma es hoy un río regulado. Antes, las crecidas en primavera eran frecuentes, y aquello generaba más temor todavía. El puente situado cerca de la casa de María Dolores era entonces de madera. Un día se lo llevó el agua. «Si ahora no viene, tiene que estar en algún sitio», asegura.

En los bares de Boñar, en cambio, nadie piensa que el pantano del Porma se puede desbordar. «Eso es cemento armado y no pasa nada. Impone, porque es mucha agua embalsada, pero nada más».

Cuando la ministra de Medio Ambiente llegó al poder, tras las elecciones del 14 de marzo de 2004, el departamento de Cristina Narbona anunció a bombo y platillo un plan para dotar de sistemas de emergencia a varios pantanos de la provincia de León, recogiendo una idea de José Borrell de su época de titular de la cartera de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente en 1996. «Ninguno de los equipos que le sustituyeron impulsaron decididamente las redacción de los denominados reglamentos técnicos sobre seguridad de presas y embalses», denunció en un comunicado el Ministerio de Medio Ambiente.

El plan que anunciaba Narbona afectaría a Villameca, Valdesamario, Barrios de Luna, Selga de Ordás, Riaño y Porma. «La Confederación Hidrográfica del Duero gestionará la inversión que contará con un presupuesto superior a los nueve millones de euros y que dotarán de contenido a un proyecto cuya redacción –en lo que hace referencia a las presas de la provincia leonesa– data de octubre del año 2003», añadía la nota oficial.

De aquellos planes no se sabe más. Nadie piensa que pueda pasar nada, aunque María Dolores, de Cerecedo, cree que este año 2007 es un año excepcional. Por los riachuelos que van a dar al Porma en su pueblo baja más agua que nunca. Si vuelve a llover, la situación será ya excepcional, si no lo es ya en los pantanos de León. Pero nadie se preocupa.

Fuente: La Crónica de León

Los de Laguna de Negrillos siguen sin cura


La negativa del Obispado de León a mandar un sacerdote para que oficiara ayer la misa en la ermita, con motivo de la romería de la Cruz de Mayo no impidió que centenares de vecinos de Laguna de Negrillos y Algadefe se reunieran junto a la ermita, situada a una distancia equidistante entre las dos localidades leonesas.

El rosario suplió la falta de misa, momento en el que en el templo se registraba un lleno total. Mientras muchos romeros esperaban en la explanada cercana a la ermita para degustar diversos alimentos que tradicionalmente se sirven en esta fecha.

Una vez concluido el rosario, dirigido por la rezadora que habitualmente lleva a cabo la misma acción todas las semanas en la ermita de la virgen del Arrabal de Laguna de Negrillos, varias feligresas sacaron una imagen del pequeño templo y procedieron a la bendición de los campos, como viene siendo costumbre desde tiempos inmemoriales en la romería de la Cruz de Mayo.

La indignación entre los fieles era generalizada y acusaban al obispo de León de «poner las cosas cada vez peor en Laguna de Negrillos, pues es la primera vez que falta un cura para decir la misa aquí», opinaba un indignado Saturnino Estébanez.

Por su parte, Primitiva Blanco acusaba, tras proceder a la bendición de los campos, al Obispado de León de «sembrar cizaña entre los vecinos de Laguna, en vez de predicar la palabra de Dios como está obligado». Además, añade Primitiva, lo que hay que hacer en estos casos «es dar la cara y solucionar las cosas con sentido común para acabar con el enfrentamiento que existe aquí, incluso, entre familias por los caprichos continuados del obispo de León que ahora nos ha dejado sin misa».

Teodomiro Rodríguez exigía «una solución rápida» a la grave situación que se creó desde que se denunció que la ermita del Arrabal había sido registrada a favor de la parroquia sin avisar a nadie, «pues no se puede vivir así indefinidamente».

El alcalde de Laguna de Negrillos, Valentín Martínez, que asistió junto con varios concejales de la corporación al rosario rezado en la ermita, opinaba que «esto va de mal en peor, pues los vecinos no comprenden porqué se ha negado el obispo a mandar un cura como lo hizo el pasado año. Además, ahora se nos presenta otro problema para le día de San Isidro porque unos vecinos quieren sacar la imagen y hacer la procesión y otros opinan que sin cura no se debe sacar a San Isidro para bendecir los campos».

Las opiniones sobre la grave situación creada en torno a los actos religiosos en Laguna de Negrillos coincidían en que es muy difícil llegar a una solución ahora. Antonio Tirados señalaba que «la crispación y el enfrentamiento ha llegado a unos niveles aquí que creo muy difícil que se acabe este conflicto, incluso, aunque se convocase un concejo abierto».

Mientras se degustaban cien docenas de huevos cocidos y fiambres junto a la ermita, los comentarios giraban en torno a la solución que se puede dar en la fiesta de San Isidro, pues resulta muy difícil encontrar un cura para que diga la misa, a pesar de que hay ocho religiosos del pueblo en varias órdenes y no se atreven a venir por el conflicto existente.

Fuente: La Crónica de León