domingo, 17 de diciembre de 2006

Entrevista a Raul Guerra, uno de los mejores escritores leoneses del momento


«Me gusta descubrir lo insólito en las cosas normales, las cotidianas»

El autor de «El otoño siempre hiere» recibe sorprendido la noticia del premio y asegura que todo cuanto pueda decir un autor acerca de su propia obra son «sólo falsedades»

E. Gancedo león

Escritor perseverante y muy trabajador, dueño de un imaginario altamente sugestivo -tocado siempre por un toque de nostalgia atlántica-, Raúl Guerra Garrido ha desmostrado gran fortaleza tanto en su labor literaria como en su actitud vital: los violentos calcinaron su farmacia en San Sebastián, un establecimiento heredado de su abuelo, y él defendió el derecho a la palabra y a la libertad como es de ley: escribiendo y denunciando.

-El pasado día 20 le dieron el Torrente Ballester a José María Merino. Es que los escritores leoneses no paráis...

-¡Pero eso viene pasando ya desde hace tiempo! Y a Antonio Pereira le dieron el otro día la Castaña de Oro en Madrid.

-¿Os lo merecéis?

-Sí, hombre, más o menos.

-Pero éste suyo ha sido una sorpresa total, ¿no?

-Totalmente, ha sido un sorpresón; en serio, no tenía ni idea de que me iba a pasar esto.

-Honestamente, ¿por qué cree que se lo han dado?

-Pues yo creo que sería porque no habría nadie más para dárselo... Mira, los premios debían concederse por orden alfabético, así no habría ningún tipo de problema. Chico, no sé. Sí es verdad que he trabajado mucho en esto de la literatura, mucho...

-Sabe que su candidatura se impuso tan sólo por un voto a la de la escritora Ana María Matute?

-¿En serio? Bueno, entonces este premio me parece injustísimo, con mucho ella se lo merece más.

-Una de las cosas que más sorprenden de su producción es la variedad temática...

-Sí, pero no en géneros, porque sabes que casi siempre he cultivado la narrativa. Los escenarios sí que los he cambiado bastante. Los primeros textos, ambientados en el Bierzo, son casi memorialísticos, más aventureros; y los siguientes, los centrados en el País Vasco, se refieren sobre todo a las víctimas del terrorismo, el nacionalismo, la industrialización... pero vamos, que todo esto es asunto más bien de los críticos literarios.

-También es muy suya esa búsqueda de lo desacostumbrado, de asuntos nunca o muy pocas veces hollados con anterioridad...

-Me gusta descubrir lo insólito que se oculta tras las cosas cotidianas, en ese día a día en el que habitualmente no reparamos. Es como lo del wolfram: una mina en el Bierzo parece algo convencional, normal, pero el caso de los nazis y los aliados buscando la manera de hacerse antes que el otro con aquel mineral en torno a la peña del Seo adquiere ya caracteres de western. O en La Gran Vía es Nueva York , que destripa todo lo que de surrealista, mágico y exótico tiene esa calle madrileña.

-También sus personajes participan de ese carácter extremo, ¿verdad?

-Los llevo un poco a situaciones límite, que es cuando aflora todo lo bueno y lo malo de un personaje. Pero ahora que lo pienso, cuando los autores nos ponemos a hablar de nuestras obras sólo decimos falsedades.

-Pues vaya...

-Si es que esto de la literatura, de la creación, nace instintivamente; es verdad que luego hay que pulirlo y corregirlo, pero si no hay ese primer chispazo, ese algo que te araña por dentro y que busca la manera de salir, no hay nada que hacer.

-Echando la vista hacia atrás, ¿qué obras recuerda con más cariño?

- El otoño siempre hiere , que fue un poco un ejercicio de yoga hecho para afrontar la edad madura en la que estaba entrando, muy crepuscular, pero que en realidad me reforzó, me llenó de optimismo, fue un canto a la vida. Y Cuaderno secreto , unas memorias juveniles vistas a través, precisamente, de un libro de memorias de mi abuelo que encontré en casa. A través de eso que a mí me gusta llamar «el hilo de la sangre».

-¿Qué será lo próximo?

-Una novela que saldrá el año que viene. No creo en eso de la mala suerte pero no te voy a decir de qué va. Y también varias reediciones de otros libros.

No hay comentarios: