lunes, 9 de julio de 2007

350 artesanas mueven sus palillos en Valderas

El encaje de bolillos fue protagonista ayer en Valderas. La sexta edición de la 'Muestra de Encajeras de Bolillos' reunió en la villa a unas 350 artesanas que no dejaron de mover sus palillos durante todo el día, mostrando a vecinos y curiosos este complejo arte.

Desde primeras horas de la mañana la localidad recibió a los autobuses y los automóviles en los que llegaban las palilleras, procedentes de diversos puntos de Asturias, Ávila, Cantabria, Palencia, Valladolid, Zamora y León. La mayoría llegaban en grupo, animadas por alguna asociación y guiadas por su profesora, otras por iniciativa propia, movidas por reunirse con compañeras que comparten su misma afición y aprender así algo más sobre esta labor.

Esta reunión de artesanas es una iniciativa de la Asociación de Mujeres de Valderas (Amuva), que llevan ya seis años celebrando este encuentro de artesanas. La jornada se completó con una comida para todas las participantes que se celebró en el mismo lugar del encuentro y en la que pudieron degustar platos en los que el bacalao, producto estrella de la localidad, fue el protagonista. Más tarde se programó la visita a una exposición de labores y una visita por los diferentes rincones de la localidad.

En el grupo comprendido por mujeres de diversas edades se encontraban también niñas como Claudia, quizá la más joven del evento y que, con sólo 10 años, mostraba una gran habilidad manejando los palillos. Su abuela Elpidia, que ha sido quien la ha iniciado en este arte, se mostraba orgullosa de la destreza de su nieta y aseguraba que «aprende muy rápido, le enseño durante los ratos libres en verano porque vive en Vitoria y ya sabe hacerlo muy bien». Elpidia lleva 9 años haciendo encaje de bolillos y asegura que «no se trata de una labor muy complicada aunque sí es necesario tener paciencia». Entre sus manos tiene una laboriosa puntilla, que destinará a la confección de una toalla para un bautizo y acaba de terminar un chal. Claudia, pese a su corta edad, ya ha elaborado alguna pieza y afirma que se trata de una práctica «entretenida y quiero seguir aprendiendo».

De Santovenia y Cabezón, en Valladolid, llegaron 6 personas acompañadas por María del Carmen Rey, una profesora que lleva 15 años haciendo bolillos y 6 dando clase. María del Carmen tiene 38 alumnas y asegura que es una afición «que engancha, empiezas haciendo cosas pequeñas en los ratos que tienes libres y al final siempre sacas tiempo para seguir».

El grupo más numeroso llegó de Valladolid, desde donde se desplazaron más de 100 personas procedentes de diferentes pueblos de la provincia y que, como es el caso del grupo de la localidad de Villanubla, desde donde llegaron 54 personas, llevan viniendo varios años y aseguran que seguirán haciéndolo.

Una artesana aseguró que es importante que continúen realizándose estos encuentros ya que «es una oportunidad de conocer a gente a la que le gusta hacer lo mismo y siempre podemos ver nuevos trabajos y aprender de las que saben más».

Fuente: La Crónica de León

Telefónica falló durante nueve horas en Gordón

Los municipios de La Robla y Pola de Gordón recuperaron ayer el servicio de las redes de Telefónica y de telefonía móvil de MoviStar, tras nueve horas sin servicio. Varios puntos de España han tenido restricciones en las señales a través de varias operadoras debido al incremento masivo en esta época estival, tanto de llamadas como de mensajes. La falta de infraestructuras no ha posibilitado la cobertura en muchos de los casos. En esta comarca del alto Bernesga, el problema parece haberse iniciado por una fuerte tormenta que hizo que las operadoras no pudieran reactivar los sistemas hasta las 5.00 horas.
Las quejas de los usuarios han sido múltiples debido a que al estar sin servicio la línea fija de Telefónica, no funcionaban ni los cajeros automáticos ni los datáfonos de las tiendas para el pago con tarjetas. La cobertura de móviles fue irregular en toda la zona. Villamanín por ejemplo, pese a ser municipio colindante de Pola de Gordón, no tuvo falta del servicio telefónico en la tarde del sábado.

No siempre llueve a gusto de todos, en este caso, varios invitados a una boda de La Robla, vieron excelente la oportunidad para «que no nos puedan contactar hasta la hora de la cena, aprovecharemos el tener móvil inactivo» argumentaban al no estar acostumbrados a estar ilocalizados.

Experiencias aparte, los alcaldes de la Montaña Central de León aseguraron que el tema de la cobertura de móviles y la mejora en la red de Telefónica, sería tratado en la primera reunión que mantengan en la Mancomunidad, para intentar mejorar los servicios a los ciudadanos y al propio turismo ahora que con esta unión podrán hacer mayor fuerza. Tanto Matallana de Torío como Vegacervera o Cármenes, son localidades que pretenden ver mejorados los servicios que prestan las operadoras en las zonas de montaña.


Fuente:La Crónica de León

domingo, 8 de julio de 2007

Se recupera el legendario pozo Ibarra de Ciñera

El Pozo Ibarra de Ciñera de Gordón representa el tiempo de los grandes mineros, del trabajo profundo y expresa la virtud de los que conocían hasta los sonidos de la tierra, porque eran hombres apegados a un tiempo aún inexpresivo en los avances tecnológicos. Después de I1 años cerrada por su propietaria la Hullera Vasco Leonesa, el Ayuntamiento ha decidido emprender un proyecto ambicioso y crucial para poder protegerla y hacer de ella, un emblema dentro de la Historia de la minería en León.

Pero como todo plan que emerge de una construcción dañada y olvidada por el tiempo, la rehabilitación que conlleva poder rescatarla de ese olvido implica obligatoriamente invertir un destacado montante económico, que en este caso es evaluado en torno a los cuatro millones de euros. Por este motivo, por la necesidad de implicar a distintas Administraciones Públicas, es por lo que dentro del 1% cultural se pretende canalizar parte del coste.

El presidente del Instituto del Patrimonio Histórico Nacional visitó hace varios días estas instalaciones para comprobar las posibilidades que tenía esta mina y sus edificios. Según fuentes municipales le causó una importante impresión especialmente el castillete de hierro. Pero también observó con detenimiento la distribución de los edificios, su mantenimiento y como no, la privilegiada situación dentro de la montaña.

El pozo Ibarra es en la comarca un baluarte de sentimientos, por el que pasaron miles de personas. La intención es mantener cada una de las funciones de los inmuebles, tanto las del polvorín, almacén, taller o las propias duchas.

El alcalde de Pola de Gordón, Francisco Castañón, asegura que están «volcados» con el proyecto de la mina Ibarra y que «nuestro empeño ha de traducirse en una consecución lógica, teniendo en cuenta su singularidad».

Proteger este bien cultural es la singladura más destacada del actual equipo de gobierno. Bien es verdad que también tienen entre sus previsiones rehabilitar la sala de turbinas de Santa Lucía de Gordón. La pretensión es la de mantener no solo la infraestructura en si, si no también su maquinaria. En este caso el presupuesto se acerca a los dos millones de euros.

El presidente del Instituto del Patrimonio aprovechó su estancia en León para visitar la sala de turbinas de Santa Lucía, como nuevo objetivo que se disputan el apoyo del 1% cultural.

El Ayuntamiento de Gordón, sabedor que su objetivo principal es fortalecer el turismo, ha iniciado en esta legislatura una fuerte reconversión en su posición, impulsando varios proyectos de gran calado. Uno de ellos, es Ibarra. Esta mina cerrada en el año 1996 y cuyo proyecto actual data de 1930, está situada a unos 2,5 kilómetros de la localidad de Ciñera de Gordón. Su ubicación privilegiada la confiere una especial categoría, ya que se encuentra muy cerca del paraje del Faedo.

La mina Ibarra, como todo Gordón, forma parte de la Reserva de la Biosfera por la Unesco, algo realmente importante y destacable.

El concejal de Cultura, Juan José García Zaldívar, evidencia la «necesidad de conseguir ayudas» para poder ejercitar un proyecto «singular dentro de una parcela que no siempre se ha cuidado como es el patrimonio industrial».

Ese es el contexto bajo el cual se ha reafirmado el equipo de gobierno para el empeño tan importante desplegado para poder conseguir fondos que sufraguen las obras.

De momento, podría ser catalogado como buena perspectiva el que un alto cargo del Ministerio de Cultura haya visto 'in situ' la mina. La Junta de Castilla y León también deberá ser sensible al proyecto para poder aportar una parte importante. El tercer gesto económico correspondería al propio Ayuntamiento de Pola.

Fuente: La Crónica de León

En la historia de Gordón no se puede olvidar a las minas

La historia se escribe con mayúsculas cuando hay detrás de ella un inherente pasado o una huella indeleble que por diferentes motivos haya consagrado su nombre o prestigio. Sin lugar a dudas, para la comarca de la Montaña Central de León, lo constituye el legendario Pozo Ibarra (1930-1996).

En el archivo de la Sociedad Anónima Hullera Vasco Leonesa, uno de los más importantes de España, gestionado desde 1996 por la Fundación Hullera Vasco Leonesa, se puede estudiar el paso por el tiempo de la mina.

Francisco Miñón vendió su concesión a los socios de Hulleras de Ciñera, una sociedad que se constituye en Bruselas en 1900. Fueron varias las conversaciones que esta sociedad mantuvo con la Vasco para la venta de sus minas en el periodo que va de 1900 a1910. Las razones para la venta eras varias: Los pozos ocupaban concesiones limítrofes y se producía una constante intrusión de labores.

Para la Hullera, la mayor ventaja consistía en hacerse con la producción de carbón semigraso de la Capa Emilia. Sin embargo, no fue hasta el año 1910 cuando se produce un acuerdo sobre el precio. A partir de esa fecha las memorias de la empresa conducen a los datos en los que la mina es preparada con un pozo vertical maestro.

En la memoria del año 1919 ya habla de «determinar el mejor emplazamiento del pozo maestro de extracción». En 1926 se realiza la explanación para comenzar con el nuevo pozo entre otras razones porque «por encima del nivel 50, es ya muy limitado para asegurar la explotación». Es en el año 1930, cuando se concluye la profundización de los 150 metros proyectados y con ella, la imagen actual de las instalaciones. El castillete es obra de Construcciones Juliana de Gijón y ese mismo año se inaugura siendo su presidente Francisco de Ibarra.

Las instalaciones sufrieron durante la Guerra Civil desperfectos por diversas voladuras. El pozo quedó inundado y el castillete quedó unos diez grados fuera de su vertical. En la revista Hornaguera, narraba el ingeniero que recuperó el castillete en 1969, Cirilo de Asla: «Pedimos traviesas a la Renfe y cuatro gatos, levantando poco a poco, tomé medida para la estructura nueva de los pies de las columnas y el anclaje. Colocado el castillete en su sitio bien nivelado y en su plomo se echó a andar con todo el éxito».