domingo, 18 de noviembre de 2007

Comienza en Lillo la semana de la matanza

Las XI Jornadas de la Matanza, inauguradas ayer en Puebla de Lillo, congregaron a numeroso público en el recinto ferial. El acto inaugural estuvo presidido por el vicepresidente de la Diputación, Cipriano Elías Martínez; acompañado por el alcalde del municipio, Pedro Sánchez, así como por el diputado y alcalde de Cistierna, Nicanor Sen.

El gocho fue sacrificado, según las nuevas normativas impulsadas por la Unión Europea, en el recinto con la expectante mirada de cientos de visitantes. Después de la matanza y las correspondientes pruebas veterinarias, se subastó y se adjudicó.

En esta edición, Juan Luis de Prado de la localidad, compró el cerdo, por un montante de 460 euros. El animal pesaba 167 kilos en vivo. «Es un buen gocho y ya me han dado media matanza hecha y ahora entre la familia haremos el resto al estilo tradicional» manifestó Juan Luis.

Por su parte, el alcalde de Lillo manifestó que «nuestro objetivo es potenciar todo nuestro entorno y unir turismo y gastronomía, estamos apostando por esta feria y nuestro objetivo para la próxima edición sería hacer una vinculada a la artesanía y productos de la provincia y otra dedicada a actividades de nieve».

Cipriano Elías comentó que «la feria de la matanza es una tradición, pero entre los grupos ecológicos y las nuevas normas sanitarias se está perdiendo la salsa de la matanza. Este Ayuntamiento está progresando con estas actividades», remarcó.

La Crónica de León

Comienza en Lillo la semana de la matanza

Las XI Jornadas de la Matanza, inauguradas ayer en Puebla de Lillo, congregaron a numeroso público en el recinto ferial. El acto inaugural estuvo presidido por el vicepresidente de la Diputación, Cipriano Elías Martínez; acompañado por el alcalde del municipio, Pedro Sánchez, así como por el diputado y alcalde de Cistierna, Nicanor Sen.

El gocho fue sacrificado, según las nuevas normativas impulsadas por la Unión Europea, en el recinto con la expectante mirada de cientos de visitantes. Después de la matanza y las correspondientes pruebas veterinarias, se subastó y se adjudicó.

En esta edición, Juan Luis de Prado de la localidad, compró el cerdo, por un montante de 460 euros. El animal pesaba 167 kilos en vivo. «Es un buen gocho y ya me han dado media matanza hecha y ahora entre la familia haremos el resto al estilo tradicional» manifestó Juan Luis.

Por su parte, el alcalde de Lillo manifestó que «nuestro objetivo es potenciar todo nuestro entorno y unir turismo y gastronomía, estamos apostando por esta feria y nuestro objetivo para la próxima edición sería hacer una vinculada a la artesanía y productos de la provincia y otra dedicada a actividades de nieve».

Cipriano Elías comentó que «la feria de la matanza es una tradición, pero entre los grupos ecológicos y las nuevas normas sanitarias se está perdiendo la salsa de la matanza. Este Ayuntamiento está progresando con estas actividades», remarcó.

La Crónica de León

Casares de Arbas se queda sin agua por el tunel de Pajares

Los vecinos de la localidad de Casares de Arbás nunca se hubieran imaginado que a pesar de encontrarse a pie de pantano e incluso, este invierno se comenzará a embalsar agua tras las obras de recrecimiento de la presa, pudieran quedarse sin caudal de agua en el manantial que abastece al pueblo. Una situación que puede parecer inverosímil pero que sin embargo puede obedecer, al igual que ha ocurrido en otros casos como en las localidades de Beberino o Rodiezmo, a las obras del Tren de Alta Velocidad (AVE). Las obras de construcción de la línea ferroviaria de Pajares atraviesan las proximidades de Casares, por lo que todas las hipótesis apuntan a este proyecto como causante del 'pinchazo' del acuífero.
La fuente que suministra el caudal de agua al pueblo se encuentra situada en la zona conocida como 'Las fuentes del turrón'. Un lugar muy conocido en la comarca debido a que en el manantial confluían varias fuentes y se creaba un arroyo en el que era frecuente ver truchas, como recuerda el presidente de la Junta Vecinal, Benigno Rodríguez. Desde la captación se sube el agua hasta el depósito, que se encuentra ubicado a 1,5 kilómetros. En estos momentos a pesar que durante la noche se corta el agua para intentar rellenar los 30.000 litros que tiene de capacidad, resulta prácticamente imposible. Pero la situación de esta localidad difiere considerablemente con respecto a los pueblos de Beberino y Rodiezmo. En el caso de Casares si nevase en los próximas semanas, imposibilitaría que las cubas de agua pudieran llegar a su red general. Por este motivo, la situación es ya extrema. El pedáneo, Benigno Rodríguez, recuerda que «nos encontramos al límite. No tenemos prácticamente caudal en nuestro manantial y de un momento a otro podría nevar, con lo cuál, ¿qué haremos?».

En invierno viven en el pueblo alrededor de 20 vecinos y de los 15 ganaderos que hay cinco se quedan en Casares dejando en las cuadras casi 150 cabezas de ganado. «¿Qué vamos ha hacer? ¿Derretiremos nieve para poder beber nosotros y dar agua a los animales?», aseguró Benigno Rodríguez.

La Crónica de León

El Faedo un bosque natural de Ciñera que hay que defender

El Faedo se salvó de los cielos abiertos mineros, pero ahora la amenaza es REE. el Faedo es un bosque de hayas situado junto al cielo abierto de la Vasco, en el camino que antaño utilizaban los mineros para bajar desde Villar del Puerto y Valpo rquero hasta los tajos en los grupos de la empresa conocidos como Ciñera, San Lucía o Socavón. Bajo las raíces de sus árboles centenarios se esconde la capa Pastora, la veta de carbón más ancha de Europa.

El Faedo, que en leonés significa hayedo, emerge en un desfiladero de piedra caliza, algo sombrío, atravesado por un arroyo de aguas cristalinas. Parece un bosque encantado, sorprendente, donde las ramas de las hayas guardan extrañas formas, como la trompa de un elefante. Después de salvarse de ser devorado por la explotación del carbón, ahora vive amenazado por las grandes torretas que quiere levantar Red Eléctrica de España (REE) desde Sama, en Asturias, hasta Velilla del Río Carrión, en el norte de Palencia. Es una nueva lucha. El mejor arma de los gordoneses. El Faedo ha conservado todo su esplendor por sí mismo.

Las dificultades para acceder al hayedo por el viejo puente de palos de los mineros, destruido por el paso del tiempo y el abandono de esta ruta a pie, impidió también que ardiera o que sus árboles fuera empleados para leña. Si acaso, los vecinos de Ciñera se acercaban en verano para disfrutar de una merienda estival o por las fiestas de San Miguel. «Ciñera siempre ha tenido mucho respeto por ese bosque; por eso se ha conservado», cuenta en el pueblo.

Así, gracias a su silencio, resistió durante décadas, sin más ayuda que la propia naturaleza, el riego del arroyo y el abono de las miles de hojas que caen de sus ramas cada otoño.

Para llegar al Faedo hay que salir de Ciñera por el camino del cementerio. Dos kilómetros más allá se abre una pequeña pradera. A la derecha se ve un talud del cielo abierto que explota la Hullera Vasco Leonesa, que ha ido horadando los viejos grupos mineros conocidos por los nombres de Ciñera, Santa Lucía y Competidora. A la izquierda, un pequeño puente construido con un marco de mina lleva al bosque sorprendente.

Nadie se imagina que un espectáculo así puede estar en Ciñera. Es lo más parecido a un bosque encantado. De hecho, tiene su propio cuento –el de la bruja Haeda–, un haya que el año que viene cumplirá 500 años, de nombre Fagus, y una especia casi única como el desmán, un pequeño mamífero parecido al topo que está altamente protegido.

El fenómeno del Faedo es fruto de un grupo de prejubilados mineros que decidieron emplear su tiempo libre en adecentar y cuidar el viejo bosque a finales de los años 90. Hoy, la asociación de Amigos del Faedo tiene más de 200 socios y une a todos los defensores del medio ambiente de la comarca de Gordón.

La decisión de REE de plantear un trazado para la línea de alta tensión entre Sama (Asturias) y Velilla de la Reina (Palencia) por Gordón ha puesto en pie de guerra al pueblo de Ciñera, una localidad acostumbrada a luchar. En la huelga que vivió la principal de la comarca, la Hullera Vasco Leonesa, en 1991, los gordoneses ya resistieron meses sin cobrar. «Nos enfrentamos a los antidisturbios en 1991 y no nos importa volver a cortas las carreteras», han advertido los ex mineros ante la nueva amenaza.

El Faedo es uno de los montes afectados, como la calzada romana de Pendilla, en Villamanín. Después del reconocimiento al bosque más cuidado, Juan López del Moral, presidente de la asociación de padres del colegio que recibió el premio y miembro también de la Asociación de Amigos del Faedo, es más claro que nunca ante la nueva amenaza: «No existe en España, nada igual en potencia eléctrica. Los estudios médicos demuestran que estos campos son peligrosísimos para la salud: dolores de cabeza, insomnio, aumento de casos de leucemia infantil, hasta en un 69%, incremento de cáncer y descarga de las baterías de marcapasos y audífonos. Un regalo que quieren hacernos tragar, eso sí con la ternura de la frase manida, es necesario para España. Más suena esto a viejo régimen de caudillo y pantanos, que a democracia constitucional. Pero que nadie se engañe, ¿Si en pleno estado de derecho se cometió la infamia de Riaño, qué nos podemos esperar ahora?».

Los gordoneses se agarran como un clavo ardiendo al Faedo. El bosque que resistió a tantas penurias es hoy un símbolo para la lucha de la comarca de Gordón.

«Toda la Alta Irritación que nos provocan, la sacamos con civismo, con humildad, con argumentos, con leyes y si hace falta en los tribunales». El ejemplo de Gordón es ahora el bosque de A Fervenza (Lugo). El Supremo le salvó de un pantano.

La Crónica de León