domingo, 17 de junio de 2007

Los monasterios de la provincia de Leon, en ruinas


«Es difícil encontrar un pueblo en todo el valle del Esla en el que no tengan varias piezas procedentes del monasterio de Eslonza, que sirven para todo: mesa de jardín, piedra de la pared... hasta bebedero para las gallinas en el caso de una pila bautismal». Lo dice con conocimiento de causa Carlos Martínez, antiguo guardia civil en esta comarca y lo refrendan muchos vecinos, algunos de ellos argumentando que «primero fue el obispo el que marchó con toda la fachada para una iglesia de León (Renueva), que también es verdad pues este hecho sucedió en 1946 cuando la modesta y vieja iglesia de este barrio fue derribada porque estorbaba para la entrada de la estación de Feve y, de paso, ampliar la plaza. Así acabó el esplendor de este monasterio construido por García I en 912, arrasado por Almanzor en 918 y restaurado por doña Urraca en el siglo XI.
Aquello ya es una ruina.

Pero una de las grandes joyas de nuestro patrimonio y de nuestros monasterios, el de San Pedro de Montes, vive una realidad muy dura. El historiador berciano José Antonio Balboa lo decía con absoluta claridad hace unos días en un artículo de opinión: «San Pedro de Montes es una ruina (...) En dos siglos nadie hizo nada por defender el edificio» y ofrece como pasos definitivos hacia esa ruina que se anuncia la expulsión de los monjes que lo habitaron durante más de mil años, un incendio, la despoblación de la comarca y la falta de compromiso de la sociedad. Incidiendo en algo de lo que se hablaba en esta misma sección hace una semana: «La declaración BIC no sirve de nada cuando se queda en una declaración legal sin arbitrar fondos para su recuperación».

Hace unos meses se robó una lápida en este lugar. Habló entonces Antolín de Celis, párroco de La Encina de Ponferrada y encargado del patrimonio, quien había luchado largo y tendido por la consecución del Plan Director para Montes, hasta el punto de ser galardonado por ello. Sin embargo, a los pocos días salta a las páginas de este periódico un artículo de opinión del ex presidente de una asociación de vecinos de la comarca que arremete contra él y le recuerda que «entregó también las llaves a un supuesto monje franciscano huido de la justicia en Suiza y que distrajo algunas piezas de la iglesia, entre ellas una tabla de San Benito, antes de irse a buscar nuevos aires».

Así son las cosas del patrimonio.

Lugares habitados. La experiencia apunta a que una de las fórmulas que han permitido a los monasterios leoneses llegar en mejor estado a nuestros días es el hecho de estar habitados. La experiencia lo corrobora y dos de los que mejor salud tienen son precisamente el de Santa María de Carrizo y el de Santa María de Gradefes, en los que aún en la actualidad siguen viviendo dos congregaciones de monjas de clausura que, de alguna manera, han colaborado a su mantenimiento en buen estado. Habría que señalar que el de Carrizo tiene ocupada una parte como hotel, bien es cierto que 'la más moderna', aproximadamente del siglo XVI, mientras que el resto del monumento es del XII. También en Gradefes las propias monjas regentan una hospedería.

Once monasterios. Exactamente 11 son los que tienen declaración BIC, lo que, como ya se ha apuntado, no supone prácticamente ningún aval para su restauración, tal vez sí para su protección. Son ellos: Monasterio de San Miguel de Escalada (mozárabe, siglo XII); Santa María de Gradefes (cisterciense, 1177); Santa María de Carracedo (benedictino, fundado por Bermudo II 'El Gotoso' en el año 990); Santa María de Sandoval (cisterciense, fundado por Ponce de Minerva en 1178); Monasterio de San Andrés (benedictino, siglo XVIII); San Miguel de las Dueñas, en Congosto (monjas cistercienses, siglo X); San Pedro de las Dueñas (mudéjar, para mujeres de la nobleza y grandes señoras (dueñas), siglo XI); San Pedro de Montes (mozárabe, fundado en el siglo VII por San Fructuoso y reconstruido por San Genadio en 895); San Pedro de Eslonza (benedictino, construido por García I en 912); Santa Mª de Carrizo (monjas cistercienses, 1176) y Santa Mª de Trianos, en Villamol (fundado por Tello Pérez, s. XV).

Desaparecidos. Estos son los existentes y protegidos. La mayoría en muy mal estado o en ruinas, unos pocos medianamente bien, los ya señalados; otros han tenido la suerte de una seria restauración, como la realizada por la Diputación en Carracedo, y otros viven pendientes de ayudas que van 'tapando goteras' pero siempre son insuficientes, como es el caso de Sandoval o San Miguel de Escalada, siempre en el centro de la polémica, pero aún a tiempo de no perderse estas joyas.

Otros muchos no han llegado a nuestros días. El de Rozuela, posible origen del castellano, es hoy la casería de Rozuela, que aun conserva alguna característica monacal, como es su gran patio interior que se asemeja a un enorme claustro; también desapareció el de Canaleja, fundado en el siglo X por Cixila, y en la propia capital leonesa ha desaparecido su primer monasterio, el de San Claudio, en Papalaguinda, que diseminó obras de arte por todo el mundo.

Fuente: La Crónica de León

1 comentario:

Monterrey Mexico dijo...

Saludos desde Monterrey Mexico,te felicito por la informacion y lo colorido de tu blog, y gracias porque nos das a conocer lo bonito de tu localidad.
Atte
docballi