jueves, 4 de enero de 2007

La mina del pueblo de Llombera


En Llombera, como en la mayoría de los pueblos de la comarca, la mina constituyó un incremento importante en la economía de sus gentes, compaginando las tareas agrícolas y ganaderas con la minería.


La precaria situación que esta comarca vivió en la posguerra (consecuencia de la sinrazón) motivó la explotación de sus gentes con especial dureza, largas jornadas laborales, escasez de comida en la fardela, deficiente indumentaria y el cansancio acumulado del trayecto hasta la mina que había que hacer caminando, especialmente difícil en invierno con grandes nevadas y ventiscas; aún guardo en la memoria de mi infancia el “rugir de las navariegas” (sonido que hacen las fayas con el viento) y la imagen de mi padre cuando llegaba a casa en el turno de noche con las ropas empapadas por la nieve después de una dura jornada; este trayecto solían hacerlo en grupos de 3 ó 4 mineros con la escasa luz de las linternas turnándose para ir abriendo senda en la nieve, alguna vez oían el aullar de los lobos, incluso su avistamiento.


Algunos mineros comenzaban a trabajar a edades muy tempranas; Hombres niños que con apenas 14 años cambiaban sus juegos infantiles por la negra realidad de la mina para aportar sus pequeños ingresos a la penosa economía familiar.


En los años 50 Llombera soportó un elevado incremento de su población, con gentes de diferentes puntos de nuestra geografía: gallegos, andaluces, extremeños, zamoranos, etc… todos con un objetivo común, desterrar para siempre de sus vidas el hambre, la miseria y la humillación de llegar a casa sin nada que ofrecer a sus hijos después de largas jornadas en el campo.


Sirva como anécdota la protagonizada por uno de estos matrimonios, el primer sueldo que el marido entregó a su mujer, ésta no podía creer que tanto dinero les perteneciera de una jornada honrada por su trabajo.


Dicen que habitamos físicamente un espacio, pero sentimentalmente habitamos una memoria. Una mayoría de estas gentes que durante varios años compartieron sus vivencias con nosotros integrándose en nuestras costumbres, formando parte de nuestras vidas, en los años 70 cuando su economía fue lo bastante sólida, oyendo la llamada interior de lo suyo, de nuevo regresaron a su tierra; aunque una parte de cada uno de ellos quedara siempre en nuestra memoria.


La mujer también tuvo un papel especial en esta historia minera. Una figura entrañable fue la de escogedora; generalmente eran mujeres viudas, durante varias horas bajo las inclemencias del clima, escogían el carbón en el lavadero, cinta del escogido actividad rutinaria y pesada.


Otra de las actividades que más llama la atención por su vertiente humana, es la de cocinera. A finales del siglo XIX y primeras décadas del XX existió esta figura según se puede constatar ya en 1894. Su función esencial era calentar el pote de los obreros en un edificio dedicado al efecto en el que había unas cocinas enormes.


Generalmente también eran viudas, percibían como sueldo en 1898, 56,75 pesetas al mes, fecha en la que el trabajador del interior ganaba 3,18 pesetas diarias y el del exterior 2,05. Desde aquí un especial reconocimiento a todas estas mujeres por su capacidad de supervivencia y superación, por su fortaleza pese a la dureza de las condiciones de vida fuera y dentro del hogar.


Una anécdota más es la protagonizada por Anastasia Flecha Robles “mi bisabuela”: uno de los capataces, Benjamín Calleja sabía que una de las cocineras (Anastasia) que era de Llombera tenía un burro; y en cierta ocasión se lo pidió para trabajar en una bocamina muy baja en la que no podían entrar las mulas, convinieron el precio, y lo llevaba por la mañana María la hija de la cocinera.


Acabados los trabajos después de una temporada y para saber cuánto habían de pagar, Benjamín Calleja preguntó: "Oye, María, ¿cuántos días tiene el burro? (estaba refiriéndose a los días trabajados). ¡Ay Don Benjamín! Yo días no sé; pero años tiene muchísimos ..."


Fuente: página web de Llombera

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Manuel:

me alegro que te haya gustado tanto la Web de Llombera como para poner parte de su contenido en tu blog, pero ademas de citar la fuente de pasada, opino que deberias poner un enlace directo a la misma para que tus lectores puedan visitarla y leer mas temas.

http://www.llombera.es/